La derrota encajada la última jornada en La Romareda ha alejado al Athletic a siete puntos de la cuarta plaza que da un boleto a la próxima Liga de Campeones, cuando solo quedan nueve por disputarse, una distancia complicada, por lo que solo piensan en las finales de la Liga de Europa y la Copa del Rey.
No obstante, la visita de los hombres de José Mourinho presenta los suficientes alicientes, tanto para el Athletic como para su afición, como para hacer pensar que los locales se exprimirán al máximo con el fin de lograr una victoria que sería muy celebrada en La Catedral.
“Medirse contra el mejor equipo del torneo es un desafío. No ignoramos la jerarquía del rival, pero estamos ilusionados, comprometidos y ansiosos por verificar nuestros recursos contra un oponente que seguramente va a ser el campeón”, aseguró ayer el técnico argentino.
“Si no la ganamos la Liga será la temporada del casi y al final no ganas nada. Si el Barcelona es merecedor de tantos adjetivos positivos que le califican como un equipo fantástico, si conseguimos terminar por delante de ellos, da más valor a nuestro trabajo”, indicó el estratega blanco, José Mourinho.
Respecto a ver cumplido un reto personal, al tener la opción de ganar la Liga en cuatro países distintos, Mourinho dijo: “Cuando lo consigamos veremos qué sentimos. Normalmente, yo en esos momentos estoy tranquilo, pienso que no será mi última liga, que habrá otra posibilidad para celebrar otra vez. No soy un gran hombre de fiestas y celebraciones”.