Múnich, Alemania
"El dinero no marca goles, es la calidad sobre el terreno lo que cuenta", lanzó este martes la estrella del Bayern Múnich, Arjen Robben, en la víspera del partido del Bayern contra el París Saint-Germain por la Liga de Campeones, el miércoles (12:45 p. m.) en el Parque de los Príncipes.
Interrogado sobre el ataque parisino, donde juegan dos delanteros, Neymar y Kylian Mbappé, el holandés está tranquilo: "Lo importante es la actuación del equipo, no se trata de concentrarse en tal o tal jugador".
Su patrón Karl-Heinz Rummenigge, en el momento de subir al avión hacia París, se dijo convencido de que el Bayern podría obtener un buen resultado en París.
"Conozco a nuestro equipo, en este tipo de partidos, está motivado y concentrado. Estoy convencido de que podemos conseguir algo", declaró el exjugador del club, cuando el campeón de Alemania empató este fin de semana (2-2) en casa en la Bundesliga contra el modesto Wolfsburgo.
Con Neymar-Cavani-Mbappé, el PSG "posee evidentemente a jugadores de clase mundial, a lo que habrá que controlar. Pero tenemos la experiencia", añadió el presidente del control de dirección del Bayern.
"Es un partido de prestigio, pero una cosa está clara: no se va a decidir aquí la Liga de Campeones. Queremos primero crear las condiciones para terminar primeros de nuestro grupo", dijo Rummenigge, quien ha criticado varias veces al PSG estos últimos meses por sus grandes gastos en el mercado de traspasos.
El Bayern, bajo su dirección y la del presidente Uli Hoeness, se agarra a un modelo económico que la va bien: no entregarse a un inversor potente y no llenarse de deudas, contando con sus propias fuerzas y sus propios ingresos para seguir al más alto nivel.
Para el PSG será la oportunidad de medirse contra un grande de Europa. En la primera fecha de la Champions aplastó al Celtic Glasgow (5-0) en Escocia, pero esta será su oportunidad de enviar una señal al resto del continente, si desea ser favorito para el cetro.