“Los análisis de sangre revelaron anomalías en varios jugadores antes del Mundial. Pueden haber fuertes sospechosas cuando se conocen los clubes donde algunos jugaban, sobre todo en el campeonato italiano”, explica el exdoctor, Jean Pierre Paclet, en su libro La implosión.
En una entrevista concedida a un diario, el médico precisa que dice lo que todo el mundo sabía. “No invento nada. Tener una tasa de hematocrito elevada no prueba que ellos habían tomado EPO”, aclaró.
Sin embargo, “es público que hay prácticas menos limitadas en la Juventus de la época, club al que pertenecía Zinedine Zidane”, afirmó Paclet.
“No sé lo que habría hecho en lugar de Jean Marcel Ferret, el médico de la selección francesa por entonces. Se enfrentaba a un caso de conciencia”, añadió.
Este último, interrogado por la prensa, aseguró que solamente había dos anomalías en el nivel de hematocrito, que se debían a la fatiga del campeonato.