Los germanos llegaban a la última fecha de la etapa de grupos sin el boleto garantizado, por el tropezón con Serbia. Pero no estaban para sustos: construyeron una victoria lenta, que tejieron con paciencia ante un rival perezoso.
Alemania tiene muchos recursos para encargarse de estos asuntos. Ayer fue un trabucazo de media distancia. Otras veces lucran de la bola muerta, o de sus centro-delanteros que arrasan como
Sin el suspendido Miroslav Klose, un tractor que barrena sobre la defensa, hubo que ajustar el libreto. Cacau salió de titular, con la misión de abrir surcos junto a Lukas Podolski, quien sigue dando tumbos en esta Copa del Mundo.
Bastian Schweinsteiger, de talento tan amplio como su apellido, esta vez jugó en la primera línea de volantes, como auxiliar y consejero de la defensa, encargado de pedir papeles y supervisar que ningún ghanés se colara con pelota dominada en terreno teutón.
El técnico Joachim Loew no tiene un equipo hecho para lucirse en los bailes de salón. Se encargan de entregar encomiendas, pero lo hacen con puntualidad, sin equivocar la dirección. Así enderezaron la marcha y terminaron ganando el reñido grupo D.
Ghana perdió interés en la recta final del partido, seguramente mal aconsejada por la noticia de los goles australianos, que sepultaban cualquier opción de Serbia.
Sin ambición, le facilitaron las cosas a Alemania; ya habían hecho el gasto en los otros dos juegos y se conformaron con esperar el timbrazo de salida.
Intentaron jugar de pared decenas de veces, un toma y daca que les deparó pocos resultados. Con albañiles así, jamás hubieran construido la Puerta de Brandenburgo. Pero los teutones insistieron, en un legítimo acto de fe: sabían que tarde o temprano el gol llegaría.
Oezil aprovechó un claro delante del área para mandar el latigazo. Doble virtud: se atrevió (hay jugadores que tienen miedo de tirar de lejos) y tuvo puntería.
Eso sí, los ghaneses fueron permisivos en la marca; le abrieron espacio, como un helipuerto en medio de la jungla.
Alemania no estaba para excesos y se dedicó a ver pasar el reloj. Ghana trató de apurar el paso pero se aburrió de jugar apenas llegaron noticias de que Australia le estaba tendiendo una manita con su victoria 2-1 ante Serbia.
Los germanos cumplen con lo justo. Esta vez no hubo derroche de futbol. Ya habrá tiempo para montar un