¿Cuenta las horas para sudar con la camiseta roja?
Estoy tranquilo. Esta gira me ayuda a compenetrarme con los chicos y mostrarme. Quiero también jugar, es lógico.
¿Cree que jugará?
Siempre uno tiene la expectativa, pero sé que el
A sus 15 años quizá ni sabía dónde quedaba Costa Rica.
Sí, pero ahora le tengo un respeto tremendo. El país me ha dado mucho y lo mejor que puedo hacer es ofrecer un trabajo serio y responsable. Es que tengo muchas ganas de estar en la Selección, pero ganando el lugar dentro del campo.
¿Qué lo liga tanto al país?
Me dio mi esposa, tengo mis negocios y ahí viví la muerte de mi mamá. Tengo mi vida ahí. En diez años he tenido mucho.
Debutar con la Selección a los 29 es algo inusual.
Sí, es raro, sobre todo porque uno no ha tenido nunca un proceso de selecciones, pero creo que me lo he ganado en la cancha con honestidad. La gente puede ver que siempre he trabajado fuerte y con respeto.
¿Cómo jugaría si le tocara contra Argentina?
Ahí nací y viví mis primeros años, pero dentro de 30 o 40 años podré ver atrás y notar que mi vida se hizo en Costa Rica.
¿Ya se siente usted un costarricense más?
Estoy muy atado al país y de verdad me siento como uno más. Me siento tan tico que ya hasta tengo algunas mañas propias de los costarricenses.
¿Como cuáles?
Mi esposa ya me ha dicho varias veces que no puede ser que deje todo para última hora. Lo voy dejando, lo voy dejando. Eso no me pasaba antes. Supongo que eso ya me certifica totalmente como un costarricense.