Saprissa llega al Verano con la misma promesa: ganar el ansiado título 30 y encontrar aquella contundencia que se perdió con el 29, hace ya dos años y medio.
Cinco torneos pasaron por Tibás sin meterse tan siquiera en una final, una crisis que otra vez hizo mella en la historia del más laureado de los equipos costarricenses.
Si bien la consigna de siempre empieza a sonar añeja, la apuesta de la S para el Verano viene con algo que tuvieron muy poco las anteriores: buenas sensaciones.
La llegada de Ronald González al banquillo de los morados llena de ilusión a dirigencia y afición: primero, por ser un hombre de la casa; segundo, porque viene acompañado de una planilla que conoce prácticamente en su totalidad.
Eso fue algo que no tuvo ninguno de sus tres últimos antecesores.
Ni siquiera Alexandre Guimaraes –otro hombre de la casa– quien se encontró con una joven camada de futbolistas que solo conocía por referencia o vídeo.
González, en cambio, es un hombre casado con las divisiones menores y en este equipo, en particular, abundan muchos de sus pupilos de aquellos mundiales Sub-20 de Egipto 2009 y Colombia 2011.
Experiencia. Este Saprissa también tiene algo nuevo: una generación mucho más pulida por las horas en Primera División, que ahora recibe a otras figuras consolidadas: las pruebas no tuvieron cabida en este arranque del Verano.
Así, Diego Estrada, Diego Madrigal y Cristhian Lagos son parte de la apuesta que hacen en Tibás por meterse en una pelea donde Herediano y Alajuelense hace rato le sacaron ventaja, una lucha a la que la historia los obliga a volver cuanto antes.
También aparece en la lista Adrián de Lemos, quien llega a pelearle un puesto en el arco a Donny Grant; mientras que la única carta desconocida será el estadounidense Moisés Hernández, quien llega con la bendición de González.
Mañana San Carlos será el primero en evaluar lo que tiene este joven proceso, uno que los morados aseguran tendrá una cara muy distinta a la del certamen anterior.
Pero más que una nueva cara y todas las buenas sensaciones, este Saprissa deberá demostrar contundencia y futbol, la única combinación que, si bien no le asegura el título, sí le alcanzará para sentar las bases hacia el perseguido 30.