Guápiles. El empate a dos goles entre el Santos de Guápiles y Pérez Zeledón es el resultado más justo de un trámite bastante parejo.
Fue una tarde de fútbol protagonizada por dos equipos que interpretaron su rol de manera intensa.
El encuentro fue más áspero que preciso; sin embargo, hubo opciones de gol para los dos lados, por lo que los aficionados que se hicieron presentes en el Ébal Rodríguez fueron los verdaderos ganadores.
No habían pasado ni cinco minutos, cuando Fabricio Ronchetti mandó el primer aviso, tras aprovechar uno de los tantos errores en salida del espigado zaguero central Roy Smith.
En tanto, los pies del volante Carlos Hernández manejaron el teje y maneje del juego guapileño, que siempre desembocaba en la corpulencia de Christian Lagos.
El goleador de Pococí estuvo tan intrépido como siempre. Lagos fue un guerrillero en su zona, no le dio tregua a la zaga generaleña en cada pelota dividida y su esfuerzo fue motivo de aplausos en la grada.
Pero en esta ocasión, la figura de Santos fue el vertiginoso lateral Javier Loaiza, quien ayer cumplió 100 partidos con la divisa santista.
Corría el minuto 48 cuando el zaguero se lanzó al ataque tras recibir un pase largo de Gonzalo Ludueña. Loaiza quedó solo contra el portero y definió con gran soltura.
Respuesta sureña. Los Guerreros del Sur reaccionaron gracias a la veteranía de sus jugadores.
El experimentado Alejandro Alpízar formó sociedades con Fabricio Ronchetti para superar a los defensores del Caribe.
Los santistas se rezagaron y otorgaron a tres tiros libres en las cercanías de su cabaña. Precisamente, en uno de esos cobros, el volante generaleño, Félix Montoya, fue derribado en el área. ¡Penal clarísimo!
Alpízar anotó al 65’.
En ese momento el partido cayó en el control de la brigada sureña, que con las incisiones de Jorge Gatgens y del recién ingresado Luis Stewart Pérez castigaron las imprecisiones en la zaga santista.
Al 78’, otra vez Alpízar mandó un remate que pegó en el horizontal y el uruguayo Fabricio Ronchettti aprovechó el rebote para marcar el segundo.
Parecía que iba a ser un triunfo para el sur, pero los guapileños, con intención de rescatar su invicto en casa, se lanzaron con todo a la ofensiva.
Los últimos minutos fueron un legítimo ida y vuelta. Corría el 87’ cuando Javier Loaiza ganó la banda derecha para mandar un centro que cerró en el segundo palo el mexicano, Antonio Hulk Salazar.
Un empate a dos goles, que a ninguno de los dos les sirve, pero sin duda fue el resultado más justo.