Nosara El ímpetu de hacer de un sueño una realidad implica riesgos y fue lo que le pasó al limonense Yéiner Jiménez, quien dejó su provincia natal y cruzó el país para instalarse en Nosara.
Previo al nuevo proyecto de Finca Austria, Yéiner vivió cinco años en la comunidad guanacasteca, pero se había devuelto al Caribe por situaciones personales.
Por eso no fue tan difícil para él tomar una decisión y regresar a al sitio que había sido su hogar durante ese tiempo.
“A mí me llamó Calanga (Juan Carlos Molina) y me invitó a venir al equipo. Volví con todo el gusto para quedarme. Desde el principio vine a buscar un cupo. El equipo es como una familia y ahí podría estar la clave del éxito por el título que conseguimos contra Siquirreña”, explicó.
Al igual que la mayoría de sus compañeros, Yéiner no tiene un trabajo estable, por lo que toma los trabajos que le solicitan como peluquero.
“Hay que pulsearla como sea. Cuando yo me vine de Limón, Michael (Van Mysin) me ayudó al principio con la comida y con la estadía mientras nos acomodábamos. Pero son los sacrificios que hay que hacer”, comentó.
Es así como el caribeño agradece la confianza que los nosareños depositaron en él.
“Todo el pueblo se metió, apoyó y estuvo con nosotros. Tuvimos muchos viajes largos, pero ahí está el premio. Es para la comunidad”, concluyó.