25/10/12.Entrevista con Luis Fernando Fallas director tecnico del equipo Limon fc y algunos jugadores emblematicos del equipo,dandtoo su opinion sobre el buen momento que pasa el equipo. (JORGE CASTILLO)
Limón. Cuando juega la Tromba Caribeña, la alegría que tanto caracteriza a los del Atlántico se percibe en la cancha.
Es un espectáculo que combina una variedad de jugadores veteranos y novatos, los cuales son impulsados por una propósito que trasciende el interés económico.
“Nosotros sabemos que nuestro tiempo como jugadores de futbol está por terminar, ahora jugamos para mantener viva la ilusión de los niños que están en las ligas menores y quieren debutar en Primera División”, destacó el veterano delantero Delbert Cameron.
Esa es la consigna que mueve a los jugadores limonenses, que llevan más de cinco meses sin recibir un salario completo, y aún así están en el cuarto lugar de la tabla del Campeonato de Invierno.
Es sencillo, si el equipo de Limón desciende pierde el financiamiento de los patrocinadores y mantener a las ligas menores sería una labor imposible.
Es estos momentos, la cantera del atlántico tiene 11 equipos juveniles, más una escuela de futbol en la que están inscritos 300 niños.
En total, son 500 menores de edad que juegan futbol mínimo tres veces por semana en las instalaciones del estadio Juan Gobán.
“El talento de los jóvenes es el mejor patrimonio que tiene este equipo, por este proceso vale la pena luchar, sería imperdonable cerrar el equipo y devolverlos a la casa”, destacó el vicepresidente limonense, Lindell Rouse.
Por su parte, el entrenador caribeño, Luis Fernando Fallas, está sorprendido por el talento que se vislumbra en la cantera caribeña.
Fallas reúne a los 20 mejores jugadores de los procesos menores una vez por semana para evaluar el crecimiento de las promesas.
“No podía estar más que satisfecho en Limón, para nadie es un secreto que esto es una cantera interminable de jugadores talentosos ”, rescató el timonel limonense.
La mística del camerino. Los jugadores con más recorrido, conocidos como los mayores, orientan a los más novatos en momentos de crisis. Ellos son Ricardo Harris, Kurt Bernard y Delbert Cameron.
“A pesar de la adversidad, Limón no es un equipo pobre, para serlo tendría que perder su dignidad y eso en el Caribe sobra”, destacó el capitán , Ricardo Allen.
Es así como los futbolistas del Atlántico se mantienen firmes ante esta situación asfixiante para ellos y sus familias, que tienen que sobrellevar cada jornada.
Al terminar un entrenamiento juvenil, como si fuera parte de un ritual, los mayores salen a la cancha para a ver cómo los jóvenes regresan a casa.
Ellos saben bien que de todos los niños pocos darán el salto al futbol profesional. Sin embargo, todos aprendieron la importancia de la disciplina, eso seguro los alejará de la calle y con esa idea los mayores entrenan tranquilos.