Para los aficionados serán 120 minutos de vitorear a su equipo favorito pero para la niñez con cáncer de Costa Rica es mucho más. Es todo un año de contar con una mano amiga en los momentos más difíciles de sus cortas vidas.
Los 90 Minutos por la Vida ya se han establecido como una tradición en el país que, año con año, sirve para recolectar fondos cruciales para la Asociación Lucha Contra el Cáncer Infantil (ALCCI).
“De llenar el estadio nos da la oportunidad de decirle sí al presupuesto de los pacientes con cáncer.
Es el presupuesto de un año que lo utilizamos en compra de equipo y medicamento, campamentos, campañas de detección temprana y muchas cosas más”, dijo Mayra Peraza, gerente de la Asociación.
Con el dinero la organización compra equipo para el Servicio de Hematooncología del Hospital Nacional de Niños, sostiene el albergue en el que dan hospedaje y alimentación a los niños que están recibiendo tratamiento y dan ayudas económicas, como pasajes.
Además, tienen el sueño de que alcance para la segunda etapa del albergue, lo que sumaría 18 habitaciones a las 12 que ya existen.
En Costa Rica cada tres días se detecta un caso de cáncer infantil.
Para los aficionados las entradas cuestan entre ¢4.000 y ¢6.000, pero para el país significa ser uno de los pocos con cero deserción de los menores en tratamiento.
“Es un dato de lujo porque en la mayoría de los países se da la triste situación de que los pacientes desertan del tratamiento al no tener condiciones para poder quedarse en la capital”, agregó Peraza.
El año pasado se recaudó ¢275 millones y la esperanza ahora es lograr más. Ayer, se habían vendido la mitad de los boletos.
También, se puede ayudar sin ir al estadio: un mensaje al 9001 significa ¢1.000 para los niños, al 9002 son ¢2.000 y al 9005 son ¢5.000.