Shirley Cruz Traña llegó a donde otros futbolistas ni siquiera se animan a soñar: ganó cuatro títulos con el Olympique Lyonnais de Francia y, recientemente, disputó la final de la Liga de Campeones de Europa.
La referente actual de la Mayor femenina recibió a
Compartió sus momentos más duros, soledades y frustraciones, pero también sus éxitos y alegrías. Está clara en que el sacrificio está hecho y que ahora disfruta de la recompensa.
Me sorprenden que se interesen, envíen a alguien a hacerme una entrevista y me tomen en cuenta, porque el día de mañana puedo ser un ejemplo para las muchachas que quieran superarse y jugar fuera de Costa Rica.
Porque las oportunidades son muy pocas; además, hay que dejar a la familia, lo cual es muy duro. Nosotras no somos como los hombres que se llevan a la mamá, el papá, la esposa, los hermanos a vivir con ellos. Nosotras venimos solas, el trabajo es muy duro, hay mucha soledad. El hecho de venir de Costa Rica nos exige trabajar el doble, nadie conoce el país, es diferente si viniéramos de Brasil.
Las ganas de demostrarme a mí misma que tenía un nivel elevado, de que podía competir en un equipo europeo. Sabía que si quería competir con los mejores, esta era mi oportunidad; en Costa Rica no se puede, ni hay nivel, aunque hay jugadoras de mucha calidad que podrían venir acá.
Desde la segunda temporada, cuando compartía el apartamento con una chica francesa: ella hablaba muy rápido, por lo que tuve que adaptarme.
No, solo sabía decir
Lo tomé como un reto. Al adaptarme debía esforzarme. Imagínese que todas las instrucciones del entrenador eran en francés.
Lo que me tenía que demostrar ya lo hice, lo que viene ahora son bonos. Ya hice el sacrificio..., ahora disfruto de la recompensa.
El primer mes fue difícil, no era parte del equipo titular, él solo conocía a las francesas, tuve que trabajar duro. Hubo momentos tristes, pero tuve coraje y demostré que puedo ser parte del equipo titular.
Él siempre cuenta conmigo, pero como tengo un problema en la rodilla derecha (fisura en el cartílago, desde hace un año), no puedo estar en todos los partidos.
Ganar el campeonato de Francia, la Copa de Francia y llegar a la final de la Liga de Campeones.
Sí, esos momentos en el futbol son pocos, nos hacen sentir vivos; (lanzar el penal) hubiera sido un gran momento y oportunidad.
No lo veo así, cuando salí del país fue por mis propios medios, nadie me regaló nada, pero eso no importa: tengo la satisfacción de haber cumplido uno de mis sueños.
Hay quienes dicen que ayudan al futbol femenino, pero más bien hacen que se traben más las cosas. Las empresas privadas no quieren invertir porque no hay ganancias, no quieren tomar el riesgo; pero, en el futuro, sí generará dinero.
Deberían ver la forma en que se trabaja, las necesidades que se pasan. Se clasifican pero después no tienen buenos fogueos, para enfrentar a potencias mundiales como Alemania. Siempre está la excusa de que no hay dinero.
¡Ufff! Con lo poquito que nos dan a nosotras y ya hemos llegado a dos Mundiales' Imagínese con el presupuesto que tienen los hombres.
Lo que leo en nacion.com.
Deberían apostar a llegar más largo, jugar en la Segunda División de España o Italia, y luego luchar por pasar a la Primera.
Si yo fuera hombre y me comparan con Bryan Ruiz (en el FC Twente), por ejemplo, yo he hecho más; pero como soy mujer es otra historia' Aquí en Francia siento que he ganado en lo futbolístico y profesional, los equipos de ellos son eliminados en las primeras rondas de los torneos importantes, el dinero no lo es todo, hay que trabajar duro.
He llegado a hacer cosas que nunca imaginé. Estoy disfrutando del futbol, pero creo que en algún momento mi lesión me lo impedirá, por lo que seguiré mis estudios en terapia física, en Costa Rica.
Estoy dando una imagen de que en Costa Rica sí hay futbol, pero las oportunidades hay que buscarlas. Debemos demostrar que hay calidad de sobra y demostrar que se puede competir a este nivel.