Si cualquier lesión asusta a un futbolista de la Primera División, las que demandan meses de recuperación se convierten en el terror de todo jugador profesional.
El caso más reciente es el del lateral izquierdo de Saprissa, Esteban Sirias, quien fue operado el viernes pasado y estará fuera de las canchas durante seis meses.
Athim Roper, Jonathan Mc Donald, Jorge Davis y Alonso Solís son otros ejemplos recientes. Todos ellos vivieron con angustia los meses en que tuvieron que conformarse con ver el futbol por televisión o desdes las gradas.
Dolor físico, impotencia por no poder ayudar a sus compañeros en la cancha y el incómodo período de recuperación futbolística son parte del relato que cada uno de ellos brinda cuando se les pide que hablen del tiempo en que estuvieron lesionados,
¿Quién paga los salarios y el tratamiento médicos de estos jugadores durante el tiempo que no pueden jugar futbol?
La pregunta tiene dos respuestas. La oficial es que todos los clubes de futbol de Primera División están obligados por ley a tener una póliza de riesgos de trabajo que cubre a sus futbolistas.
Así, cuando un jugador se lesiona, debe ser referido al Instituto Nacional de Seguros (INS) para su evaluación médica y tratamiento correspondiente de acuerdo a criterios de la institución aseguradora.
Pero, aunque tengan la póliza, muchas veces los equipos no acuden al INS y hay dos razones que explican este proceder.
La primera es que al acudir al INS, el futbolista es tratado como cualquier otro trabajador y seguir los lineamientos de atención y espera propios de Instituto.
Pero los clubes desean volver a tener a sus muchachos lo más pronto posible en la cancha.
El otro factor es la confianza, pues los equipos, y en especial los cuerpos médicos, prefieren que sus jugadores sean tratados por galenos especialistas en la lesión que sufrió el futbolista y que, generalmente, son conocidos de la institución deportiva.
Se da, entonces, un arco iris de opciones: Hay clubes que prefieren pagar todo sin acudir al INS, otros que van a la aseguradora pero solo para cobrar la indemnización (el INS no paga toda la operación, sino un porcentaje que depende de varios factores), luego de que se corrobra la gravedad de la lesión.
Según Eduardo Fernández, jefe de la Dirección de Seguros Solidarios del INS, todos los equipos de la Primera División tiene vigente una póliza que protege a los jugadores.
Solo a dos clubes, Brujas y Barrio México, se les venció la actual el 31 de enero y tienen diez días hábiles para renovarla. Esto significa que si hoy un jugador de uno de esos dos planteles se lesiona hoy, aún está protegido por la póliza.
Fernández agregó que el INS paga durante los primeros 45 días el 60 por ciento del salario del jugador incapacitado. Luego de ese período, la aseguradora paga el 67 %.
El resto del salario, generalmente, lo asume el equipo.