Solo con Jorge Luis Pinto la palabra “adicto” pierde su connotación negativa.
“Es un adicto a la parte táctica, él repite mucho pero le da mucha dinámica e intensidad a los entrenamientos”, recordó el arquero Ricardo González, titular con el colombiano en la mayor parte de su paso por la Liga
Pinto sigue la enseñanza del ya desaparecido y legendario técnico ucraniano Valery Lobanosvky (fue su profesor), quien enseñaba que se podía entrenar solo 90 minutos, pero con la intensidad al tope.
González indicó que el estratega maneja la línea de cuatro y que la entrena atacándola.
“La deja sola y la pone contra cinco y seis jugadores; luego le suma gente y ahí los va metiendo en el esquema.
“Él entrena los conceptos por aparte con los laterales y los centrales, y con los porteros la función de líbero”, apuntó.
Pablo Izaguirre aseguró que Pinto respira futbol las 24 horas. “Dado su educación en Alemania, al hombre le gusta la perfección. A los volantes les exige traslados rápidos.
“Es hasta (sonríe) necio porque le exige mucho al jugador. Es muy ordenado y meticuloso con los rivales. En la Liga hay un antes y un después de Pinto”.