A veces el futbol no premia de acuerdo con lo que el jugador deja en la cancha. No utiliza el mismo tipo de cambio.
El volante de contención de Herediano, José Miguel Cubero lo sabe de primera mano, luego de participar en tres finales de Primera División , de las cuales no logró ganar ninguna.
Y para ponerle lluvia, nubes grises y música triste al escenario, todas las perdió en sufridas tandas desde el punto de penal.
Cubero es uno de los jugadores que, en tiempos recientes, más corre, más suda y más se sacrifica por una camiseta de futbol.
Pero eso no le ha alcanzado para alzar un cetro de campeón.
“Trato de no pensar eso. Fueron momentos difíciles, pero ya eso quedó atrás. Si Dios me pone a soportar ese peso, es porque tengo la voluntad de seguir adelante”, dijo el miércoles, después de la práctica del Team en el Rosabal Cordero, previo a la nueva final. Su cuarta.
“Ahora tengo la oportunidad de jugar otra, es una revancha”, expresó con decisión antes de que se le pudiese formular otra pregunta.
Recuerdos. Su primer coqueteo con el título aconteció en el Torneo de Invierno 2009, temporada en que empezó a labrarse un nombre en la máxima categoría.
En esa oportunidad llegó a la definición con Puntarenas FC, club en el que estaba a préstamo.
Sin embargo, el Puerto perdió ante Brujas FC por pizarra de 4-5.
“Fue duro, porque tenía mucha ilusión, era mi primera final. Pero sí soy sincero, no la viví tan de lleno. Creo que era la inexperiencia”, contó el futbolista de 24 años.
Regresó a Herediano y un año más tarde vivió la misma pesadilla contra la Liga. Marcador de 3-4.
Sobre este juego no se refirió, pero alguna vez, en privado, Cubero contó que después de esa derrota pasó enfermo varios días, de solo pensar en cómo se les había escapado el cetro de campeón.
Pero no sería la última vez.
Otro año después, los manudos les repitieron la dosis, con el atenuante de que el propio Cubero falló su penal, al sacudirle el vertical derecho al guardameta rojinegro Patrick Pemberton. Fue el último cobro de su equipo. Fue en casa y a estadio lleno. Fue un 5-6.
“Me dolió mucho, porque tuve una responsabilidad mayor por mi penal. Pero tengo un agradecimiento inmenso con la afición, porque cuando terminó el partido, no hubo nadie que me dijera algo malo. Siempre fueron cosas positivas”, manifestó el mediocampista.
“Ahora lo mínimo que puedo hacer es darles campeonato para que lo disfruten”, cerró Cubero.