(MEYLIN AGUILERA)
San Isidro de Coronado. Al terminar el partido en el Labrador, a pesar de dar un buen espectáculo, las caras de angustia reinaron en los jugadores de ambos equipos.
Tanto Puntarenas como Uruguay venían como la espuma en la tabla de posiciones, al concretar una victoria por goleada la semana pasada: Coronado venció 3-0 a Belén, mientras que los chuchequeros disfrutaron del mismo marcador ante Santos de Guápiles.
Por eso el juego de ayer fue un choque de dos equipos que venían en pleno ascenso.
Por un lado, los porteños llegan a 23 puntos , mientras que el cuadro aurinegro acumulan 22.
Están a siete y a seis puntos, respectivamente, del cuarto lugar que es ocupado por Pérez Zeledón.
“No nos podemos ir del todo satisfechos, porque buscábamos algo más; sin embargo, aún faltan 12 puntos y nos quedan tres partidos en casa”, destacó el técnico de los porteños, Rónald Chaves.
“Sabemos que ahora no solo dependemos de nosotros, pero creo que aún podemos lograr algo”, concluyó Chaves, quien llegó al Puntarenas hace cinco fechas, justamente cuando el equipo se hundía en las profundidades del descenso.
Por su parte, en Uruguay toman las cosas con calma, saben que las opciones de alcanzar un boleto a semifinales son lejanas.
“Hay que poner los pies en la tierra, porque aún queda mucho torneo y no hay que bajar los brazos, debíamos ganar pero tuvimos al frente un equipo ordenado que hizo un excelente partido”, destacó el volante creativo del Uruguay Johan Condega.
En la próxima fecha, el conjunto aurinegro visitará al líder del torneo, Cartaginés.
Mientras, Puntarenas recibirá al conjunto de Belén, que viene de golear al Carmelita.