Richmond, Virginia. El optimismo que acompañó a Rolando Vargas, durante los seis días que duró el juicio contra su padre, se derrumbó ayer con el veredicto de culpabilidad por parte del jurado.
Rolando, hijo del empresario, fue el único miembro de la familia Vargas que estuvo desde el primer día junto al exdirigente.
Él se encargó día a día de facilitarle a su progenitor la ropa con la que atendió el proceso.
En un principio señaló que estaba convencido de que todo terminaría pronto y de forma favorable, y que las cosas quedarían claras con la libertad de su padre. Ayer, incluso, se mantuvo confiado de que el jurado dejaría en libertad a su padre horas antes de que llegaran a un veredicto.
Durante todo el proceso no pudo tener contacto directo, y desde la tercera hilera de bancas de la corte, su mirada reflejaba alegría al poder saludarlo a lo lejos e intercambiar miradas y gestos.
Su madre y su hermana también llegaron para la recta final del juicio. Ayer fueron su apoyo ante la noticia adversa.
Antes de darse la sentencia, el juez los llamó a él y a su hermana y les permitió darle un abrazo a su padre, fue un momento muy emotivo para los tres, pues eran 15 meses de no poder tocar ni estrecharle la mano a su progenitor.
Los hermanos Vargas pagaron el gesto con lágrimas y luego esperaron el regreso del jurado, que terminó por enterrar la ilusión de volver con su papá a Costa Rica.
¿Qué tan duro fue el veredicto para usted y su familia?
Es un momento muy duro para todos, no esperábamos esto... Ahora todo está en manos de Dios, somos humildes y respetuosos y aceptamos sus designios, esto debe tener algún significado, aunque aún no lo entendemos. Somos una familia creyente y seguiremos dándole fuerza y valor a mi padre.
¿Cambia en algo la imagen de su padre ahora que fue declarado culpable de estos delitos?
El orgullo y el amor que siento por mi padre no cambian. Esta sentencia no cambiará lo que pienso de él, siempre estaré orgulloso de mi padre porque lo conozco y sé cómo es realmente.
¿Cuál será el paso a seguir para su papá y ustedes, su familia?
Todavía no hemos pensado nada, estamos asimilando esta noticia... El abogado nos dijo que después de la sentencia se podría apelar, nos parece increíble que la sentencia se va a demorar casi seis meses en darse a conocer.
¿Han pensando en buscar un abogado privado y no seguir con el abogado que da el estado?
Nosotros no contamos con los recursos suficientes para pagar a un abogado privado en Estado Unidos, todas nuestras cuentas han sido bloqueadas, no pensábamos que esto pasaría, teníamos confianza en que hoy (ayer) saldrían bien las cosas... Ni siquiera nos atrevíamos a imaginar un resultado adverso porque sabemos y confiamos en la inocencia de mi padre”.
La Familia Vargas visitará hoy al empresario en la cárcel donde se encuentra recluido, ubicada a unos 35 minutos de la corte de Richmond, en Virginia.