(MEYLIN AGUILERA )
El joven volante puntarenense Diego Brenes se echó a su equipo al hombro y lo rescató de lo que parecía una derrota en tierra caribeña, no solo con su buen futbol, sino con un triplete que le permitió cerrar una de sus mejores actuaciones en partidos de Primera División.
Desde muy temprano Puntarenas se insinuó al ataque, pero pronto, muy pronto, Limón le cambiaría los planes.
Y es que no solo Brenes brilló en la grama sintética del estadio limonense, sino que el delantero de la
Al minuto 13 se asoció con Kareem McLean y puso el 1-0 que despertó a la alegre afición, y cuatro minutos más tarde (17’), Calderón se destapó con su segundo gol del juego para poner las cosas 2-0.
Así, todo parecía pintar verde y blanco en el partido.
Fue entonces cuando los chuchequeros se reunieron en el campo y cambiaron la actitud, lo que les ayudó a equilibrar las acciones.
El espectáculo de Diego Brenes se veía en el medio campo naranja. Al 31', Brenes tuvo magia en un cobro de tiro libre. Remató sobre la barrera al ángulo superior izquierdo y la clavó arriba, dejando frío y estático al meta Dexter Lewis.
El descuento dio la confianza necesaria a los visitantes para ir por más, pero debieron esperar hasta el 66' para recibir su premio.
Fue Brenes quien desde el punto de penal puso el 2-2 justo en las cifras del juego.
Entre tanto, Limón lo intentaba, pero no lograba llegar con peligro al arco de Luis Diego Sequeira.
Al 83' llegó Brenes de nuevo para poner la sorpresa con su tercer gol de la tarde y un 3-2 que parecía ser la sentencia en el juego.
Sin embargo, Limón se vino con todo al ataque. Ya el orden táctico no importaba mucho, el gol era lo que urgía... y llegó.
En la agonía, sobre tres minutos de reposición, tras un rebote “caído del cielo” sobre el lindero del área porteña, el zaguero limonense Ricardo Harris sacó un furioso remate y estableció un sufrido 3-3.
Al final, el descontento de la afición limonense se tradujo en silbidos y gritos en contra de la continuidad del técnico Ronald Mora, quien asegura estar tranquilo.