La meta de los clubes de Primera División es vender jugadores al extranjero

Así que la solución es intentar sobrepasar las fronteras ticas.

No obstante, ahí aparece un nuevo problema para la mayoría: solo hay dos equipos en Costa Rica que son una verdadera vitrina.

Figuras de la Saprissa y Alajuelense van y vienen del extranjero, situación que sucede en casos aislados con los otros clubes.

“Esto es una reputación que no se hace en un año. Los dos nos la hemos ganado. Cuando se habla de Saprissa en el exterior, existe un sello de garantía en cuanto a la formación”, adujo el presidente del Monstruo, Juan Carlos Rojas.

“Es que los que se van son los de más personalidad y los que tienen la mayor posibilidad de adecuarse. Esto se demuestra al superar el peso de ponerse la camiseta de un equipo grande”, explicó el presidente de los manudos, Raúl Pinto.

Lucha. Pero los demás no se rinden y aún confían en que algún día tendrán ese jugador que reviente el molde y, consecuentemente, la alcancía, antes de vestirse de morado o rojinegro, tal y como pasó cuando Carmelita vendió a Óscar Rojas por $400.000 a La Piedad de México.

“Herediano fue vitrina y vamos a retomarlo. Vendió a Wanchope (Paulo César), a Mauricio Solís, a mí. Pero tampoco podemos vender y dejar huecos”, dijo el gerente general del Team , Jafet Soto.

“Cuando mandamos a Cooper (Henry) a México fue para hacer contactos. Conocimos gente y pronto estaremos inmersos en este ambiente”, dijo el vicepresidente de Limón FC, Noel Ferguson.

“Sin duda, nuestro objetivo es vender afuera. Nada más hay que entender qué se busca en los demás países”, adujo el administrador de Uruguay, el propio Wanchope. Colaboró Randall Corella