Mercedes, Montes de Oca. Un destello de imaginación ejecutado por las piernas del habilidoso Jonathan Sibaja fue lo que necesitó la Universidad de Costa Rica para vencer a Limón en el Ecológico.
Los académicos dominaron en su feudo guiados por el carácter contestatario de su timonel José Giacone, quien grita, reclama y le llama la atención a sus pupilos cada vez que tiene la oportunidad.
Muestra de esa actitud se ve reflejada en jugadores como Mauricio Montero y Paulo Rodríguez, dos pequeños volantes de infantería que no le niegan la pierna a cualquiera que se atreva a pasar por la media cancha.
Infortunadamente, a este pareja de contenciones aún le hace falta mejorar en el traslado del balón.
Por su parte, Limón jugó a no perder el partido. Los caribeños se instalaron atrás con una línea de cinco que sostuvo las constantes incisiones de Josué Martínez, Pablo Acosta y del mismo Sibaja.
Sin embargo, cada vez que los del Atlántico recuperaban la pelota carecían de la frescura o el atrevimiento para penetrar la ordenada defensa de los académicos.
El único recurso limonense recaía en la búsqueda de un tiro de esquina o una pelota detenida para aprovechar la altura de Winston Parks, quien está a un par de kilos de alcanzar su mejor forma.
Pausado. Sobra decir que por las condiciones de los dos equipos y por la timidez del réferi central, Johnny Quirós, el mayor ausente en el Ecológico fue el fútbol vistoso.
Desde el inicio, el encuentro se estancó en un pantano de faltas y malas decisiones. En total hubo 30 infracciones y solo tres amarillas.
Una de las pocas acciones que generó un suspiró de emoción en las graderías del complejo universitario fue un tiro libre cobrado por Sibaja al 11’, un remate que se estrelló en el horizontal.
El sombrerito de Sibaja. Un fogonazo de genialidad le bastó a la Universidad para encontrar el gol.
Al 54’, el espigado delantero de la Academia, Pablo Acosta, peinó un balón que le quedó a Jonathan Sibaja, quien con el recurso del sombrerito superó la marca de Esteban Maitland.
Sin precipitarse, como si fuera algo de todos los días, Sibaja definió con derecha y venció al guardameta Erick Samudio.
Con la palabra crisis haciendo eco en el camerino, los caribeños se lanzaron con todo al ataque, guiados más por la desesperación.
La entrada de Alexánder Espinoza le dio un poco más de dinamismo a los del Atlántico, pero aún así no les alcanzó para superar el blindaje de los universitarios.
En un contragolpe, al 88’, Sibaja tuvo una sola frente al portero, pero desperdició la oportunidad.
Sin el caudal futbolístico de los dos partidos anteriores, la Universidad de Costa Rica logró amarrar su tercera victoria consecutiva.