Puntarenas. A lo largo de la semana pasada, tanto Puntarenas como Santos experimentaron las dimisiones de sus entrenadores, así que ayer se dio el debut, en ambos banquillos, de dos nuevos estrategas.
El triunfo 1-0 fue para el sucesor de Ronald Chaves: Alfredo Contreras, técnico de los locales, que sufrió más de la cuenta ante los pupilos de Gustavo Martínez que asumió en lugar de Eduardo Méndez.
El debut de los estrategas se atrasó tres horas, debido a la congestión vial generada ayer por el evento Air Challenge en la ciudad del Pacífico.
El motivo de fuerza mayor y la multitud de gente que se aglomeró, provocó que el encuentro se atrasara más de lo normal y le dio paso a algo nunca antes visto: un encuentro un domingo por la noche en el estadio Miguel Lito Pérez.
Los espectadores todavía se estaban acomodando en sus espacios en las graderías, cuando al primer minuto, el chuchequero Diego Brenes tomó un balón cerca del segundo poste del área rival y le sirvió un pase perfecto a su compañero Yashin Bosques, quien no desaprovechó la oportunidad y remató hacia la red para abrir el marcador.
En el campo se vio plasmada una idea muy propia del nuevo técnico porteño, que se deshizo de un sobreutilizado 4-3-3 que ya no le generaba réditos a su equipo, para colocar un inconfundible 4-4-2 que empezó a darle resultados a Alfredo el Diablo Contreras.
Pero el uruguayo Gustavo Martínez también llegó al reducto porteño con la intención de demostrar que es capaz de mantenerse como timonel santista, y mandó al ataque a sus pupilos, quienes tuvieron una capacidad de respuesta formidable, pero sin tener mayor suerte.
Bajo una leve lluvia arrancó la segunda mitad, la cual fue una copia al carbón del primer tiempo, ya que los guapileños se obsesionaron en probar los guantes de Víctor Bolívar, mientras que los locales, tratando de mantenerse a flote.
El primer impacto que sonó en el travesaño del guardameta naranja, se dio luego de un certero cabezazo del zaguero Jamir Ordain, que sirvió de antesala a la ofensiva santista a partir de ese momento.
El travesaño vibró nuevamente la cabaña de Puntarenas, esta vez con un remate de cabeza del goleador guapileño, Christian Lagos.
En la desesperación, los santistas dejaron más espacios en su defensa que, casi por inercia, los delanteros rivales empezaron a aprovechar para intentar sentenciar el partido de una vez por todas.
A 20 minutos del final, el encuentro se tornó en un ida y vuelta y con emoción constante en ambos marcos, pero con remates dignos de olvido para los atacantes.
El pequeño Daniel Quirós estuvo lejos de demostrar las condiciones que lo ubican como el goleador del actual torneo, mientras que Lagos fue apenas la sombra del delantero que se proclamó campeón goleador del Torneo de Invierno 2012.
Al cabo del tiempo reglamentario, el público que se hizo presente fue testigo de un duelo que pintaba ser una fiesta de goles, pero que se tuvo que conformar con un gol solitario al minuto de juego, ante la ineficacia de los atacantes.