Turrialba
Turrialba montó la fiesta, pues sus aficionados abarrotaron el Estadio Rafael Ángel Camacho ilusionados por ver a su equipo avanzar a la final del Torneo de Clausura de la Liga de Ascenso, pero al final el que celebró fue Grecia.
El conjunto dirigido por Wálter Paté Centeno se llevó la serie semifinal ante los azucareros al ganar en penales 2-0, luego de un empate global de 2-2.
Cuando Alexánder Rodríguez anotó la última pena máxima para los griegos, el semblante de los seguidores de Turrialba cambió: pasó de la alegría a la tristeza en cuestión de segundos.
Los globos, trompetas, cánticos y confeti fueron los primeros protagonistas. El reducto turrialbeño estaba vestido de rojo y blanco, con solo un pequeño grupo que apoyaba a los visitantes.
El ambiente era digno de final y solo faltaba el fútbol. Los equipos no defraudaron.
Turrialba tuvo la primera de peligro, pero Grecia respondió. Así sucedió en un par de jugadas más hasta que cayó el tanto local.
En el minuto 12 el volante Johhny Martínez centró desde la izquierda y Kelvin Acuña cerró de cabeza y sin marca.
Ese tanto hizo que el estadio estallara, si no es que ya lo había hecho.
Pese a ello Grecia no renunció al ataque. Mantuvo su idea de controlar el balón y generó más ocasiones. Sin embargo, su punto débil fue la definición, porque en el primer tiempo tuvo dos mano a mano con el portero Ronny Fernández.
Por Turrilaba la figura era Martínez, quien generó dos más para su club, pero en la última decisión también erró.
Tras el descanso los de casa entraron mejor, pero rápidamente Grecia niveló, sobre todo en el 68', cuando Allan Alemán se encontró un balón en el área, se dio media vuelta y pegó un derechazo.
Mientras la banca griega festejaba el gol a todo pulmón, en la gradería de sombra se escuchaba un "no puede ser" por parte de un aficionado turrialbeño.
La ilusión local se vino abajo, pero solo por algunos minutos porque después volvieron los cánticos de "sí se puede".
Antes de que terminara el tiempo reglamentario, el griego Albert Villalobos tuvo en sus pies el 1-2 y perdonó ante el arquero Fernández. El rebote quedó en pies de Esteban Rodríguez y la mandó por encima.
Esa fue la acción que pudo cambiar el juego, porque en los dos tiempos extra no hubo mayores ocasiones de peligro. Los jugadores mostraban señales de cansancio y Grecia se tuvo que replegar al quedarse con 10, tras la expulsión de Byron Jiménez.
La fiesta seguía, los aficionados azucareros no perdían la fe, hasta que la ruleta de los penales fue avanzando.
Quedaba una leve esperanza entre ellos porque así como Turrialba fallaba desde el manchón blanco, Grecia también veía sus tiros detenidos.
Aún así, los alajuelenses fueron menos erráticos y silenciaron el Estadio Rafael Ángel Camacho.
Los aficionados abandonaron las graderías cabizbajos y la celebración quedó guardada para los griegos.