--En el segundo tiempo movió las fichas y eso le dio un buen efecto, logra un gol pero no el empate. ¿Merecía más?
--Sí sí. El sistema que practicamos es tan exquisito que, junto con Douglas (Sequeira), hicimos un collage en movimientos y supimos tomar control del partido, que es lo que me gusta a mí y a mis jugadores les sienta mejor. Hicimos un gol, nos faltó el otro, pero no me lamento. Fue un éxtasis venir y jugar contra el campeón y dominarlo todo el partido. Mi equipo y la afición se deben de sentir orgullosos. Hoy vieron algo diferente en el futbol de Costa Rica, creo yo.
--A los diez minutos le habían anotado dos goles. ¿Son riesgosos ese tipo de plantamientos ante equipos como Herediano?
--Esa es la propuesta. Jugamos a eso. Sabemos que nos puede pasar, pero también el rival puede quedar expuesto si sacamos la bola bien, jugando. No queremos el resultado de una forma mezquina. Como jugador, donde yo iba intentaba jugar bien. Ahora, mi deber, mi legado como entrenador es que que mis equipos juegen bien al fútbol. La gente vio el partido, no gritó y eso me llena. Estoy cansado oír gritos contra los árbitros. Mi equipo juega fútbol y va a dar espectáculo.
--¿Qué pasó en los primeros minutos? ¿En qué cambió su equipo con los goles recibidos?
--No cambió nada. Fallamos en la salida. Después del gol tuvimos el control del balón y del juego. Y después del 2 a 0 seguíamos sacando la bola limpia y Heredia peloteando. Hay que analizar los partidos sin fanatismo. Hubo espectáculo. En este país estamos acostumbrados a tirarnos al suelo, estamos acostumbrados a pelear con el árbitro. En el Municipal Grecia, no. Que la gente venga y disfrute más allá de que ganemos, perdamos o empatemos.
-- Su equipo corre y corre. ¿Cómo ha sido el trabajo físico?
--Eso se debe al pereparador físico. Desde que lo contraté le dije: 'Voy a jugar así, necesito un equipo intenso'. Hemos tratado de cuidar esa parte. Yo aquí sanciono al que pierde tiempo. Yo quiero espectáculo. No quiero circo. Que no peleemos con el árbitro. Ya estoy aburrido de que escuchar que el árbitro aquí y que el árbitro allá.
--Grecia juega bonito...
--Bonito, no, caballero, juega bien al fútbol. Bonito es el suéter que usted anda. Grecia juega bien. Y jugar bien no es fácil, porque implica correr riesgos y aquí nadie quiere correr riesgos.
--¿Cómo maneja la parte emocional: visitar la casa del campeón, a estadio lleno, recibir dos goles tempraneros...?
--Para eso está la cabeza. Yo soy el que controlo a los jugadores y para eso tengo que controlarme yo. Las emociones no me controlan. Yo tengo que estar controlado. Nos robaron tres bolas y todo el mundo dijo: 'hoy es goleada'. ¡Y no! Yo les dije a mis jugadores: 'Tranquilos no pasa nada'. El capitán del barco aquí está; no se ha ido.
--Hernán Medford la había puesto sabor al duelo diciendo que usted le pediría un autógrafo y que seguro usted estaba emocionado como cuando él se enfrentó a Benítez...
--Hoy Hernán tiene que venir y decirme: 'Novato, me pegaste un baile'. Así de fácil. ¿Me entiende?. Baile, en su casa, con su gente, con Jafet, con Moreira, con el Tigre Toni. Ustedes lo vieron. Yo y mi equipo vamos a hablar con fútbol. Hoy hablo porque la tenía adentro y yo voy a responder con fútbol, que es lo que a mí me enseñaron, a jugar bien al fútbol.
--¿Dónde estuvo la clave?
--El equipo está trabajado tanto en la parte defensiva... Douglas me hace un soporte muy importante. El equipo está apto para jugar. Muchos me dijeron que había jugadores en el cementerio ¡Metira! Eso es convencimiento: Woodly, Yosimar, Alemán... ¿Cuántos pitufos había hoy? Vean a Blanco... ¿Conoce a Blanco? Estaba en Puntarenas y no lo conocían. Jugó de central y mide 1,60. El mejor de la cancha. Ahora ustedes son los encargados de proteger esta propuesta del Municipal Grecia. El fútbol de Costa Rica tiene que cambiar. De ahora en adelante, ante el equipo que no juega, ustedes dictarán, porque ustedes son los que venden la información a la gente, para que no nos veamos engañados todos cuando salimos a jugar internacionalmente. Que entonces no pongamos pretextos. Hoy perdí y no pongo pretextos.