Redacción
El Torneo de Verano entra a la etapa en la que utilizar el ábaco para depurar la clasificación o esquivar el descenso, será cada vez menos necesario.
La jornada 20 se tramitará entre la salvación y la condena, ya que los juegos revisten importancia en los tres sectores en los que está partida la tabla: la cima, los boletos restantes a la cuadrangular y el sótano.
Como pocas veces ocurre en la temporada regular, el mínimo error puede sentenciar los intereses de cada quien.
La apertura de la fecha, entre Alajuelense y Carmelita, no da pie a descuidos para ninguno de los clubes, que se verán las caras en campo neutral por la sanción del Morera Soto.
En el Fello Meza (sábado, 5:30 p. m.), una victoria rojinegra mantendría a la Liga aferrada a la esperanza matemática de escalar a la segunda fase, sin importar aún lo que ocurra en otros estadios. La derrota les quitaría oxigeno a los erizos que no han cruzado más allá del octavo puesto en todo el campeonato.
Si el equipo carmelo triunfa, estaría asegurando su continuidad en la máxima categoría siempre y cuando Belén no le gane a Saprissa el domingo.
"Sin desearle nada malo a nadie, vamos a intentar ganar nosotros y ver lo que pasa después", opinó el técnico liguista Benito Floro.
Una derrota verdolaga extendería el drama para Guilherme Farinha y compañía a las últimas dos fechas de esta fase.
En el Rosabal Cordero (8 p. m.), el duelo Herediano-Cartaginés es de alto voltaje; un triunfo mete a los florenses en la cuadrangular y cercenaría las posibilidades brumosas de seguir en la pelea. Si los visitantes salen con los tres puntos de Heredia, la clasificación quedaría al rojo vivo.
"Hay que ganar a cómo de lugar. Acortamos distancias, estamos a un punto de Pérez Zeledón y quedan tres partidos que serán a matar o morir, así que hay que salir por la victoria", analizó el mediocampista blanquiazul Néstor Monge.
Los cuatro partidos del domingo no están exentos de suspenso. El Santos-UCR, que se jugará en el Ebal Rodríguez (1:30 p. m.), no clasifica a los guapileños si ganan, pero los mantiene en la carrera por el boleto. Mientras que una victoria universitaria aleja por completo los problemas de descenso, también, a la espera de que los belemitas tropiecen contra la S.
Una final por el no descenso es la que tramitarán Liberia y San Carlos (1:30 p. m.) en el Edgardo Baltodano. Un empate daña a los dos, mas, el que triunfa aumenta sus posibilidades de quedarse.
Precisamente, el cotejo de morados y belemitas en el Colleya Fonseca (4 p.m.) acapara la atención porque Saprissa, si quiere despegarse de Limón en la punta, debe triunfar sí o sí. El efecto contrario sería para el anfitrión, pues una caída lo ubicaría a unos metros de la Liga de Ascenso.
"En un equipo como Saprissa se apuesta siempre a estar en el primer lugar y por eso en esta fecha vamos a salir a buscar los puntos que perdimos en el clásico y que nos acerquen más al primer lugar. No tenemos margen de error si queremos ser líderes", dijo el volante Marvin Angulo.
Las circunstancias que rodean el Pérez Zeledón-Limón también generan alta expectativa. En los planes de la Tromba no cabe ni el empate, igual les sucede a los Guerreros del Sur que saben que solo dependen de ellos mismos para unirse a la etapa final del certamen.
Colaboraron los periodistas Fanny Tayver, Daniel Jiménez y Cristian Brenes.