Su raquítica cuota de gol no lo deja mentir. Randall Brenes toma un tono serio y preocupado al analizar en frío su paso por el Invierno 2013.
Y no es para menos, pues el ariete de 30 años, al igual que el resto de delanteros del mundo, debe llenar un extenso currículum de goles para que su fútbol sea vistoso o por lo menos para pasar la difícil aprobación del público.
En el actual certamen, Chiqui acumula 1.032 minutos jugados, para un total de 14 encuentros, 11 de ellos como titular.
Sin embargo, a nivel de goleo, el brumoso solo cuenta con una anotación ante Belén el pasado 22 de setiembre y un penal errado en el duelo ante Carmelita.
“He tenido muy poco chance de poder anotar, incluso boté un penal, pero bueno, así es la vida, hay buenos y malos momentos y también hay que recibirlos”, expresó el delantero, quien es frecuente en los llamados de la Selección Nacional, incluso anotó el gol que selló el boleto al Mundial de Brasil 2014.
Pocas opciones. El Chiqui explica que durante este torneo tanto él como el equipo han tenido muy pocas opciones para concretar y eso ha mermado la cantidad de goles.
“Por ejemplo, en la semifinal no se nos dieron las opciones, pero yo no puedo echarle la responsabilidad al equipo del rendimiento o de las anotaciones, pues obviamente a mí se me va a catalogar por anotar o no, si juego bien o mal ya es en segundo plano.
“Nosotros estamos conscientes de esto y tenemos responsabilidad, pero obviamente el equipo es más importante que mi persona”, añadió la figura brumosa.
Si se saca el balance del presente año, en los dos certámenes, Brenes apenas acumula cinco goles, claro que dos de ellos claves en el primer juego de la final ante Herediano y en la última fecha, lo que le negó el boleto a Alajuelense.
“Complicado diría yo, quizás el rendimiento individual y grupal no ha sido el mejor en este año”, concluyó el jugador.
El Chiqui espera el domingo traerse abajo la sequía de 16 juegos sin anotar con Cartaginés.