Mario Sotela, principal dirigente del Herediano, giró la orden de prohibirle el ingreso al estadio Eladio Rosabal a la barra organizada que se hace llamar La Garra.
“Le quitamos el reconocimiento y no van a tener campo en el estadio. Queremos que vengan colegios, ojalá una banda de colegio en lugar de La Garra, porque nosotros queremos un estadio libre de violencia”, explicó Sotela.
El jerarca aseguró que de ahora en adelante, si desean ingresar al inmueble florense, deberán pagar la entrada como cualquier otro seguidor del Herediano.
Antenoche, ese grupo chocó con la policía, la seguridad y la barra del Comunicaciones durante el juego entre los cremas y el Team.
El cotejo –cierre de su fase de grupos de la Concachampions – se realizó en el estadio Alejandro Morera, y no resolvía nada: ambos llegaron eliminados.
Los incidentes sucedieron a mediados del primer tiempo de ese juego, cuando La Garra le arrebató las banderas a la barra crema, que estaba reforzada con miembros de la Ultra Morada del Saprissa.
“Me molestaron los disturbios, pero más me molestó el hecho de que se apoyara a un equipo extranjero contra uno tico.
“Creo que el nacionalismo no se deber perder. Yo apoyo a Saprissa y a la Liga cuando juegan contra equipos extranjeros, por patriotismo”, subrayó Sotela.
A raíz de los hechos, fueron detenidas dos personas; un integrante de la Ultra y otro de la Garra , confirmó el director de la Fuerza Pública de Alajuela, Rigoberto Rodríguez.
“Sus nombres son Roberto Rodríguez Murillo ( ultra ) y Diego Andrés Ramírez Hernández ( garrero ). Fueron remitidos la Fiscalía de Alajuela”, señaló el oficial.
El integrante de la Ultra no es uno de los 22 detenidos el pasado 2 de octubre por los disturbios tras el juego Limón-Saprissa.