De toda la generación de Egipto 2009, solo Bryan Oviedo ha logrado convertirse en figura de la Selección Nacional mayor.
A pesar de que muchos en un principio lograron dar el salto, en esta eliminatoria únicamente el lateral ha estado dentro de los planes de Jorge Luis Pinto, el resto ni siquiera ha tenido oportunidad en lo que va del presente año.
Oviedo, llamado a ser uno de los referentes de esta generación por su destacada participación en Egipto, apenas si llegó a jugar con Saprissa, pues prácticamente al término del Mundial fue fichado por el FC Copenhague de Dinamarca, equipo en el que se ha mantenido hasta el día de hoy.
Si bien llegar a la titular le costó, él junto a Esteban Alvarado (AZ Alkmaar de Holanda) siguen siendo los casos más exitosos de esa brillante camada de futbolistas.
Alvarado, quien ya se ha probado como un arquero de calidad en el futbol tulipán, está sin embargo vetado de la Selección por un problema de indisciplina, aunque su castigo termina antes del primer juego ante México en octubre próximo.
Aparte de ellos dos, son pocos los que han demostrado condiciones para pelear un puesto.
Marco Ureña, quien también vivió un proceso por supuesta indisciplina, no ha logrado consolidarse en el futbol ruso ni mucho menos en el combinado patrio.
Tampoco lo pudo hacer Diego Estrada pese a que tuvo oportunidades, lo mismo en el caso de figuras como Josué Martínez o Diego Madrigal, todos nombres que no se vislumbran en el futuro inmediato de la Tricolor.
La lista es todavía larga, pero al parecer el proceso de Egipto sigue sin dar el salto generacional.