El vestuario de la Selección Sub-20 está golpeado por la derrota 0-1 ante El Salvador. Los jugadores fueron autocríticos y confían en mostrar otra cara en las próximas dos presentaciones ante Trinidad y Tobago y Bermudas.
El próximo encuentro será este miércoles frente a los trinitenses a las 7 p. m., mientras que cerrará la fase de grupos el próximo sábado 25 de febrero ante Bermudas a las 4 p. m.
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Los seleccionados son conscientes de que hay mucho margen de mejora y se centrarán en llegar con mayor claridad al arco rival para tener una ofensiva más poderosa.
“Tenemos que salir adelante para poder darle esa alegría a la afición. Sabemos que tenemos que cambiar algunas cosas para ser más equilibrados y eficientes, máxime que estamos jugando en nuestra casa y no podemos fallar”, comentó el volante Rándall Leal.
Por su parte, el carrilero derecho Ian Smith afirmó que el grupo debe reivindicarse con la afición que se hizo presente ayer por la tarde en el Estadio Ricardo Saprissa.
“Debemos tener calma, dependemos de nosotros y hay que ganar los dos juegos que nos quedan. Tenemos que trabajar pensando en que aún podemos hacer grandes cosas”, expresó Smith, quien es uno de los legionarios, pues juega en el Hammarby de Suecia.
Además, el volante Marvin Loría explicó que a partir de este momento deben madurar del duro golpe y manejar la ansiedad, que a su criterio fue el principal pecado.
“Entramos al campo con muchas revoluciones, queríamos finiquitarlo lo antes posible y no tomamos las mejores decisiones. Al final terminamos tirando la bola larga y no tocamos en corto”, citó el mediocampista del Saprissa.