La ventaja de ser locales se convirtió en un freno de mano, que no deja circular a toda velocidad a la Selección Sub-20 en el premundial de la categoría.
Marcelo Herrera, timonel de la Tricolor, no escondió que lucha para afinar su bólido y evitar que a sus jugadores les pese la presión extra que tienen por jugar aquí, en su lucha por un boleto al Mundial de Corea del Sur, que se realizará del 20 de mayo al 11 de junio.
La Nacional cayó en su primer duelo ante El Salvador 1 a 0, mientras que en el segundo se impuso sobre Trinidad y Tobago 1 a 0, gracias a un golazo de tiro libre de Rándall Leal. No obstante, aún no se muestra la mejor versión de la Sele y tampoco se tiene amarrado el pase a la siguiente fase de este certamen.
El tener los reflectores sobre ellos, la exigencia por gustar, pasar a la Copa del Mundo y hasta buscar el cetro del área, complican a un grupo que no estaba acostumbrado a los medios, según el Popeye.
"El tema psicológico incide al ser locales, aunque no me excuso porque algo mal puede que estamos haciendo en el cuerpo técnico. Estoy convencido de la calidad de estos chicos, pero hay un contexto importante que tiene que ver con la localía, ser anfitriones, estar con la familia, la obligación de ganar y todo lo que se ha generado alrededor", indicó el timonel.
Los propios futbolistas reconocen que cuando se tiene menos de 20 años es complicado manejar todos los factores externos. Sin embargo, se apoyan en la experiencia de su entrenador y esperan que este sábado, ante Bermuda a las 4 p. m., puedan mostrar mucho de lo bueno que hicieron en el segundo tiempo ante los trinitarios para soltarse, de cara a la segunda ronda.
Contar con más de 500 prácticas juntos y haber ganado dan confianza y liberan a un grupo que ya tuvo su desahogo con el tanto de Leal. Los jugadores dicen estar motivados y seguros de sus capacidades.
"Queremos salir campeones de este torneo por ser en Costa Rica, pero el primer objetivo es clasificar al Mundial. Tenemos un entrenador que es muy estratégico, nos da calma y nos tranquiliza para no tener presión", afirmó Pablo Arboine.
En el combinado patrio no solo trabajan en la cancha, sino que dedican tiempo al tema psicológico, en busca de mantener la calma, liberar al grupo y quitar el bloqueo que tuvieron por lapsos en los primeros dos compromisos.
El camino a seguir, según Herrera, es plasmar en la cancha un fútbol como el que se practicó en los segundos 45 minutos ante Trinidad, en el que se vio a una Selección con más dinámica, buenas transiciones, vértigo por los costados y llegadas claras en ofensiva.
"Hay muchas situaciones que se dan en la cabeza, porque en las últimas dos semanas estos chicos pasaron a ser las figuras del fútbol y son el futuro del fútbol de Costa Rica, y esto puede generar diferentes situaciones en la cabeza de ellos. Ahí tenemos que trabajar nosotros con el tema psicológico, la ayuda moral y el poner los pies sobre la tierra", dijo el estratega.
Popeye también quitó presión al señalar que los grandes favoritos en este premundial siguen siendo México y Estados Unidos, mientras que la Sele debe enfocarse en amarrar uno de los cuatro boletos.
"Esto es crecimiento, porque hay que aprender a convivir con esta realidad de tener que ser el protagonista, aunque los candidatos son México y Estados Unidos, que tienen una historia más importante en selecciones juveniles. Nuestro objetivo es clasificar", concluyó.