La afición que se hace llamar la más fiel del país no aguantó más, perdió la paciencia ante los malos resultados de Cartaginés en el Verano y explotó contra sus propios jugadores.
Los seguidores blanquiazules hicieron un alto en el camino y desde el miércoles anterior dejaron ver el enojo que los invade, luego de que un hincha ingresó a la gramilla del Fello Meza para pedirle entrega a sus futbolistas en los últimos minutos del juego ante Uruguay.
El disgusto no quedó ahí y al finalizar el compromiso algunos fanáticos encararon a los integrantes del plantel a la afueras del estadio.
La situación continuó y el domingo anterior durante el choque en el que los de la Vieja Metrópoli igualaron 1 a 1 ante Belén, en el Rosabal Cordero, la hinchada sacó una manta en la que se leía: “Venimos por la camiseta, no por ustede$”.
Los parciales blanquiazules acompañaron este mensaje con gritos, algunos insultos y cuestionamientos a sus futbolistas al terminar el partido.
El mensaje era claro para los jugadores y la amargura es total en una afición que al parecer está enemistada con un equipo que solo ganó nueve de los últimos 30 puntos que disputó, y que está en el octavo lugar.
Los integrantes del plantel de la Vieja Metrópoli aseguran entender la posición y dicen estar apenados por el rendimiento.
“Es entendible que los seguidores actúen así porque la gente hace el sacrificio de pagar la entrada y no se dan los resultados, así que con mucha humildad les pedimos el apoyo pese a que estamos en un momento muy difícil”, indicó Danny Fonseca.
A lo interno del equipo no concuerdan con el señalamiento de que no hay entrega en la cancha y justifican los malos resultados en la misma presión que viven.
“Es la opinión de la afición y se respeta, pero lo que más estamos poniendo es garra. Metemos, pero hay desconcentraciones y ansiedad y esos nos está afectando”, señaló Jameson Scott.
Bajas taquillas. El enojo de la afición de Cartaginés por los malos resultados del equipo se ve reflejado directamente en los flojos ingresos por taquillas en el Torneo de Verano.
Los brumosos acumulan seis juegos como locales, en los que registran la asistencia de 14.768 espectadores para una recaudación de ¢17,3 millones, lo que representa apenas el 14% de todo lo que recaudaron el certamen anterior (¢119,9 millones).
Los números alarman a una dirigencia que había manifestado su preocupación por este tema y que juego a juego ha visto las graderías lucir más vacías.
La directiva blanquiazul apostó por una planilla competitiva esperando estar en los primeros lugares y contabilizar buenos ingresos por la venta de entradas, pero por ahora viven lo opuesto.
La afición brumosa al parecer se cansó del nivel de su equipo y quiere un cambio pronto porque aún sueña con la clasificación.