El fútbol no olvida a sus amigos y la comunidad de Sarchí tampoco. En sus amistades y familiares, Jerry Alpízar ha encontrado una mano generosa ahora que más lo necesita.
El exjugador de San Ramón, Puntarenas y Carmelita, en la Primera División, se encuentra internado en el hospital México debido a complicaciones ocasionadas por el tratamiento para una enfermedad llamada glomerulonefritis membranoproliferativa, la cual le fue diagnosticada en diciembre pasado y que le ha provocado serios daños en sus riñones.
Lleva meses sin poder trabajar y, ante esa situación, su comunidad, Sarchí, y sus amigos han acudido en su ayuda. Ahora es el turno de que el fútbol le devuelva algo de lo que él dio en 10 años de carrera profesional como un férreo lateral derecho.
“Para mí es muy importante el apoyo de excompañeros en estos momentos; eso me deja ver que cuando uno fue jugador hizo las cosas bien en lo deportivo, como en lo personal, que trató de hacer las cosas bien, amigables y nunca afectó a un compañero”, comentó Alpízar desde su cama de hospital, el jueves.
Jerry lleva dos semanas internado en aislamiento debido a que el tratamiento que recibe ha bajado sus defensas, dejándolo propenso a otras enfermedades, como una infección en el pulmón que ahora lo aqueja.
Tiene la esperanza de que saldrá del hospital antes del 15 de abril, para poder asistir a la triangular entre Carmelita, el Alajuela Júnior y un grupo de excompañeros y jugadores reconocidos.
El acto será a las 7 p. m. en Sarchí, la entrada vale ¢2.000 y habrá venta de comidas. También se pueden hacer donaciones por otras vías, como mediante la cuenta 001-1661359-7 del BCR.
“Invito a que vayan y apoyen. Va a ser una bonita actividad en Sarchí, que es mi pueblo y que siempre ha estado conmigo. Estoy muy agradecido con ellos y espero que la gente vaya a disfrutar”, agregó Alpízar.
La iniciativa surgió por parte de Lorena Salazar, administrativa de Carmelita, y los exfutbolistas Juan Carlos Arguedas y Richard Smith, amigos de Jerry.
El último minuto
Alpízar jugó como lateral en San Ramón, Puntarenas y Carmelita.
Su actual enfermedad no es la primer prueba que le pone la vida le ha puesto en el camino.
Su retiro se adelantó, a los 28 años, por una lesión en la rodilla que requirió cuatro operaciones y dos años de recuperación.
Ocurrió en el último minuto del último partido de la temporada 2003-2004, en un encontronazo con Víctor Núñez, ante la Liga.
Su esposa, Rebeca Picado, cuenta cómo les cayó un “balde de agua fría”, cuando el doctor les dijo que “quizá” podría volver a caminar. De hecho, ahora puede caminar con normalidad, pero cojea al correr.