Alajuelense solo ganó un clásico el año pasado y lo hizo en condiciones muy singulares. Lo que es más, solo ha disfrutado dos triunfos en los últimos 10 duelos ante su archirrival.
Saprissa, de la mano de Rónald González y, luego, de Jeaustin Campos, se ha vuelto bastante dominante en estos encuentros: ha ganado cinco de los últimos juegos ante los rojinegros, entre ellos una semifinal y una final de campeonato.
La última vez que Óscar Ramírez salió victorioso de un clásico fue el 1.° de octubre de 2014, en medio de una pequeña crisis de la S en la que cambiaron de técnico y por lo que Campos dirigió con solo un entrenamiento previo al gran juego.
En cambio, los morados han ganado tanto en el Estadio Nacional como en la Cueva .
Esa constante se ha mantenido pese a que Alajuelense tuvo un excelente Invierno 2014, en el que rompió el récord de puntos en torneos cortos y llegó a 53 unidades (80% de efectividad).
Tanto así, que los manudos solo perdieron cuatro veces en todo el pasado campeonato y dos de esas derrotas fueron en clásicos.
Se agranda la brecha. El actual dominio de los saprissistas sobre los alajuelenses ha ayudado a agrandar a su favor la brecha en el acumulado histórico de los clásicos.
Con 113 partidos ganados para el Monstruo, por 89 del León (más 91) empates, la brecha ahora es de 24 triunfos de diferencia. Eso tomando en cuenta solo partidos del campeonato nacional.
Aunque este reciente dominio morado está muy lejos de las mayores rachas históricas en este tipo de encuentros:
Entre 2000 y 2003 la Liga ostentó un largo invicto de 13 partidos, con nueve victorias y cuatro empates. Tiempo por el que los erizos fueron tetracampeones (1999-2000 a 2002-2003).
Luego, entre 2005 y 2008, Saprissa fue el que se volvió imbatible en 20 clásicos, con 12 triunfos y ocho empates. Y levantó cinco cetros en aquella época (2005-2006 hasta el Invierno 2008). Estadística de Gerardo Coto