Cartago, lider de Torneo de Verano, recibio a estadio lleno a Santos de Guapiles en la setima fecha. El marcador final fue 0 por 0 y los brumosos siguen inviictos (17-02-13). Foto: Rafael PACHECO (Rafael PACHECO GRANADOS)
Cartago. El cartel de invicto que ostenta Cartaginés en las primeras siete fechas del torneo de Verano, sufrió un leve rasguño a manos del Santos de Guápiles, que ayer sacó provecho de la ansiedad azul.
El marcador fue 0 a 0. Se retrató luminoso en el cartel del sur de un reducto pletórico de multitud y entusiasmo. ¡De bote en bote!
Cartaginés plantó otra vez su nómina estelar. Contó para ello con Luis Torres, su guardameta estrella; con una línea defensiva que se sabe el libreto; con la movilidad de Mauricio Castillo en la creación del toque; con el respaldo invaluable de Eduardo Valverde y de Randall Brenes, ambos en función de alimentar las incursiones llenas de afán y peligro de Hanzell Aráuz.
Por las alas intentaron correr Carlos Johnson y Esteban Sirias, dueños de los andariveles derecho e izquierdo, respectivamente.
Mas, está de Dios que, como bien había anticipado Javier Delgado, el estratega cartaginés, “llegará el día en que las cosas no salgan”.
Ayer no salieron. Pero no se crea que la causa obedeció exclusivamente a carencias de los locales.
Lo cierto es que las razones que antepuso Santos para atascar el engranaje del líder e invicto azul son también válidas, identificables.
Una estrategia con hierro y sudor tácticos en el mediocampo; la cohesión colectiva de un pulmón inagotable, una línea represiva casi infranqueable y un ángel volador, sumaron como haberes en la propuesta de César Eduardo Méndez, el técnico visitante.
“Obras son amores”. Destaquemos una de estas. La del minuto 14, cuando un avance del equipo local culminó con un certero disparo de cabeza de Paolo Jiménez.
Parecía un gol cantado. Mas, en el instante crucial, Víctor Bolívar se lanzó a su esquina de mano izquierda y desvió el obús allá arriba, ahí donde el lugar común reza que “tejen las arañas”. ¡Electrizante!
La respuesta de Luis Torres emergió al 39’. El arquero brumoso salió a tiempo en un mano a mano que le ganó a Luis Fernando Sequeira, el tanque de Guápiles.
Al 68’, ¡otra de Bolívar! El despliegue de Osvaldo Rodríguez en la función de corte, enlace y proyección, continuó pesando con tonos crecientes en la segunda etapa.
Cartaginés bregaba sin aflojar en su consigna de gol. Por la izquierda, en una nueva arremetida, Esteban Sirias lanzó un centro pasado. Como un pivote, Randall Brenes habilito a Paolo Jiménez.
Del botín artillero salió un auténtico trallazo que el guardameta rojo atrapó contra el piso, junto al paral derecho. ¡Soberbio!
Los timoneles movieron sus piezas. Iván Pailos, Leandro Silva y Edgar Greaves, las permutas de Javier Delgado; Javier Loaiza, Argenis Fernández y Geancarlo Badilla, las cartas del charrúa Méndez.
Al cierre, pitazo largo, sudor, lealtad y justicia. Un cero a cero enorme se retrató luminoso en lo alto del cartel del sur de un reducto colmado de identidad azul.
“Llegará el día en que las cosas no salgan”, había dicho un estratega estudioso y realista. Ayer no salieron. Pero sigue invicto.