Redacción
Aunque las heridas del reciente descenso siguen abiertas, a la dirigencia norteña no le queda otra más que trabajar. El 90% de la planilla actual finalizó su contrato y necesitan rearmarse rápido para competir en la Liga de Ascenso.
Toca el corre corre para revisar el presupuesto, los nuevos contratos con patrocinadores, el análisis de los futbolistas que seguirán en el plantel y la búsqueda del nuevo entrenador.
En medio de la jornada laboral, todavía afectan las noches sin dormir, el desconsuelo y los constantes pensamientos del qué hubiera pasado.
"Muy dolido. Me ha afectado mucho a mí, y a todo el pueblo. Es un día triste y negro, pero ya no queda otra que empezar a trabajar para tratar de subir lo antes posible", explicó el presidente Sergio Chaves.
Del total del plantel, tratarán de negociar con los que consideran los emblemas del club: El portero Román Arrieta y los delanteros Juan Vicente Solís y Marcos Mena, pilares del efímero regreso a la Primera.
Aunque es díficil enumerar todas las razones por los que la travesía de San Carlos en la división de honor fue tan corta, ciertamente el cierre de esta campaña fue nefasto pues en los últimos cinco partidos no ganó un solo punto.
Por el convulso banquillo norteño pasaron cuatro entrenadores: Geiner Segura, Eduardo Méndez, Leonardo Moreira y por último Óscar Alegre, quien no ganó un solo partido al frente del equipo.
La base del plantel también cambió radicalmente de un certamen a otro. Para el actual torneo se incorporaron hombres como Álvaro Sánchez, Jake Beckford y Johnny Woodly, de buen desempeño. Otros no pesaron.
"Se dejaron de hacer muchas cosas. Muchos jugadores y miembros del cuerpo técnico se conformaron con el rendimiento de la primera vuelta. Nos relajamos, y al entrar en ese espacio de confort, empezamos a decaer", reconoció Woodly, uno de los tantos que ahora busca un nuevo equipo en la Primera.
Aun cuando San Carlos tiene un buen número de socios y patrocinadores, la realidad es que el dinero que se recauda cada mes para pagarle a los futbolistas es mucho menor en la Liga de Ascenso.
La esperanza de la institución es que la liga menor vuelva a asumir un papel protagónico y esto les permita regresar lo antes posible a la Primera categoría.
A Chaves le angustia caminar por las calles sancarleñas. Se encuentra caras largas y pocas respuestas a lo sucedido. Reconoce que el pueblo respondió siempre con buenas asistencias en el Carlos Ugalde.
San Carlos fue el quinto equipo que más aficionados llevó al estadio en esta temporada, solo por debajo de los cuatro tradicionales (Saprissa, Alajuelense, Herediano y Cartaginés).
También le aflige pensar en los 'cuentos' que le dicen los aficionados en la calle; como que dos de los jugadores ya estaban fichados por Belén, rival directo por el no descenso, antes de la fecha decisiva del domingo.
El camerino. Nadie se atreve a hablar de conflictos o mal ambiente en el vestuario de San Carlos. Sorprendió que, a solo unos días del cotejo clave ante Pérez Zeledón, se separara al volante Ariel Rodríguez.
El cambio repentino de timón también fue llamativo, ya que los norteños estaban a dos puntos de la zona de clasificación cuando destituyeron a Leonardo Moreira. Desde su salida, el equipo no volvió a ganar.
Woodly asegura que ahora es muy fácil buscar culpables y afirmar que el vestuario estaba dividido.
"Ya cuando las cosas pasan siempre se anda detrás de los responsables. Yo ese tema (división en el camerino) no lo quiero tocar. Voy a esperar a tener una reunión con la directiva para decir las cosas. Sí le digo que le hicimos ver al entrenador (Óscar Alegre) que no era el momento para quitar jugadores", recalcó Woodly.