Fausto González no pudo iniciar de peor manera su llegada a la titularidad de la “S”: un autogol y varios errores en las salidas y en los saques de puerta fueron su pesada cruz en la derrota del campeón nacional. Pero no solo González se vio mal en el juego.
El equipo morado no estuvo fino ayer y no mostró los atributos que lo hicieron campeón, precisamente contra la oncena a la que derrotaron en la pasada final.
Saprissa empezó el juego bien, dominaba a placer y ya desde el primer minuto asustó a los aficionados norteños, cuando Walter Centeno lanzó al vértice un fuerte disparo desde fuera del área.
El primer tiempo de
Gracias al cerebro morado, Saprissa tocaba el balón en media cancha, en donde también aparecieron David Guzmán y Fernando Paniagua.
Pero le faltó el toque final, ya que los laterales y el delantero Josué Martínez estuvieron muy lejos de su mejor forma.
Por su parte, San Carlos jugó desordenado, sin una idea clara, solo Álvaro Sánchez mostraba buen futbol en sus piernas.
Hubiese sido mejor que en la primera parte se diera un monólogo en cada equipo, ya que solo Centeno y Sánchez brillaron un poco.
Cada vez que el norteño tocaba el balón, llegaban a la marca dos jugadores morados y en algunas ocasiones hasta tres.
Eso sí hay que rescatarle al cuadro tibaseño que antes del autogol no le dieron espacios al equipo sancarleño para que hiciera su futbol.
Del gol morado no hay mucho que decir. Un tiro de esquina sin peligro cobrado por Sánchez fue interceptado por González; lo que parecía un balón fácil de atrapar fue incontrolable para el portero saprissista, con tan mala suerte que él mismo lo metió en su meta.
Este gol en el ocaso del primer tiempo, más la entrada del volante Carlos Acosta en lugar de Heiner Segura, permitió que San Carlos se sintiera mejor en el partido y empezara a tocar el balón con más claridad y con mayor sentido.
Acosta anuló a Centeno y Manfred Russell empezó a crecer.
Este último fue un dolor de cabeza para el novato Ricardo Blanco, quien lo vio pasar una y otra vez en la etapa complementaria.
Si la primera parte fue de dominio del campeón, la segunda fue totalmente del equipo local, lo que no solo los dejó jugar a placer, sino que desesperaron a los morados.
Esa frustración se agravó cuando Blanco le entró fuerte a Kenneth Vargas, produciéndole una seria lesión en la rodilla y dejando a la “S” con diez por su expulsión.