El 3-3 perjudicó a los locales, pues al conseguir una unidad, pasan al quinto puesto, con 25 puntos, uno menos que Cartaginés.
Los morados continúan en el tercer lugar con 28 unidades, a cuatro de la Liga, pero si hubiese ganado, la diferencia sería apenas de dos puntos, justo antes del clásico del próximo miércoles, en Tibás.
Ayer ante Saprissa, el
Los visitantes asumieron pronto la conducción del juego y ya en el minuto 20 se fueron arriba con autogol de Jason Peña. El empate llegó por la misma vía, con gol en meta propia de Óscar Duarte, al 30’.
Maikol Ortiz (tiro libre al 45’) y un tercer autogol (Roberto Segura, 47’) pusieron a los josefinos en inmejorables condiciones, pues tenían un jugador más, dada la expulsión de Tomás Quesada (49’).
Hasta aquí, Saprissa era el que dictaba las reglas de juego, el que llegaba con mayor peligro, el que mandaba en el ritmo del partido.
Puntarenas parecía directo al cadalso. Y no es que los chuchequeros no atacaban, es que sus llegadas eran predecibles y sin
La proyección en el frente de los recién llegados, más el despertar de Yendrick Ruiz al tener nuevos socios en el ataque, hizo que el Puerto le diera vuelta a la tortilla.
Claro, todo eso con la complicidad de los tibaseños, que extrañamente bajaron la guardia, dejaron de atacar por las alas, toda una invitación al rival para que subiera por las praderas, terreno propicio para las incursiones rápidas y letales.
Fue así como llegó el 2-3, cuando al 86’, Álvaro Guerrero fusiló con gran remate al arquero morado Víctor Bolívar, ante pase de Carr.
El empate cayó al minuto 88. Yendrick Ruiz cobró en forma magistral un tiro libre.
Y ya no hubo tiempo para más de este partido trepidante y lleno de emociones. Los equipos se mostraron conformes con el empate a 3.
Saprissa por su condición de visita y por continuar en el tercer puesto. Puntarenas porque rescató un punto. Lo que no sabía era que más tarde Cartaginés lo sacaría de la zona de clasificación.