San Isidro de El General. Pérez Zeledón logró tapar con un dedo sus errores en defensa para sacar la victoria ante un Uruguay que a pesar de verse disminuido en los últimos minutos de juego, le complicó las acciones a los locales.
Esos yerros le pudieron costar mucho más caro a los generaleños, que sin Robert Arias en la zaga, se vieron desordenados, sin salida y con pérdida del balón cerca del área, en momentos claves en los que atacaba el rival.
José Mena y Keilor Soto no se comunicaban entre sí y caían en problemas cuando Uruguay llegaba al marco de Adrián de Lemos.
En un principio, esto lo supo aprovechar el delantero coronadeño Erick Scott, quien tuvo el tiempo suficiente para darse vuelta, burlar a un jugador y anotar (4’); sin embargo, en el Valle de El General se le llegó a complicar aún más el compromiso a los visitantes.
La paridad llegó por medio del argentino Luciano Bostal (24’), quien insistentemente estaba acechando el marco de Ricardo González y en la jugada se aprovechó de una pelota que no supieron despejar los zagueros lecheros.
Con la expulsión de Keyner Brown, al 36’, Uruguay bajó las revoluciones. Ya no se le veían tantas opciones en ofensiva y se notaba cómo el conjunto iba decayendo.
Mientras que PZ continuó atacando, pero de forma desordenada y no se encontraba en el campo.
Uno de los jugadores desequilibrantes adelante fue Brunet Hay, quien tuvo varias para rematar, pero al panameño se le negaba el gol.
Variación. La diferencia del encuentro se dio en el segundo tiempo, cuando los Guerreros del Sur continuaron atacando a sabiendas de que con un rival diezmado al frente podían tomar las riendas del partido.
Y así fue, al 51’ Francisco Calvo definió de cabeza un tiro de esquina de Ariel Rodríguez y con buena técnica la dejó en la red.
Por su parte, al técnico Randall Chacón, los cambios le surtieron efecto y con la incorporación de Jonathan Condega acompañando a Scott, los visitantes empezaron a complicar con el contragolpe y se vieron un poco más en la ofensiva, sin embargo, esto no fue suficiente para emparejar el marcador.
Conforme fueron avanzando los minutos el juego se tornó muy entrecortado debido a las constantes faltas, lo que no permitió un mejor desarrollo del partido.
Al final, el 2-1 es un saldo que para Pérez deja un buen sabor, eso sí poniendo un dedo encima, ocultando con la victoria errores que en instantes dejó ver muy mal parada a la zaga generaleña.