Los jugadores y cuerpo técnico del Herediano de nuevo salieron furiosos del Estadio Ricardo Saprissa, esta vez por la actuación del árbitro central Keylor Herrera.
La molestia fue tal que hubo un bochornoso espectáculo que se dio con el pitazo final.
Al minuto 90, Herrera pitó un penal a favor del Saprissa, en una falta clara de Keyner Brown sobre Anllel Porras.
El zaguero del Team se equivocó, porque de forma muy evidente jaló con fuerza la camiseta del morado.
Intentó hacerlo con astucia, pero no le salió, pues pasó su mano entre el brazo y cuerpo de Randy Chirino, posiblemente para hacer creer que fue un propio saprissista quien cometía la infracción.
No obstante, los visitantes consideraron que no hubo falta, así como reclamaron una mano evidente de Jordan Smith en la primera parte, que Herrera no señaló, pues posiblemente consideró que no fue intencional.
Tampoco pitó como penal una mano de Pablo Salazar.
Furibundos. Una vez que acabó el partido, los futbolistas y algunos miembros del cuerpo técnico florense rodearon a Herrera para reclamarle, algunos con exceso de enojo.
Mientras, otros empujaban y hasta golpeaban a los rivales.
El portero Danny Carvajal considera injusto que sus compañeros fueran agredidos como parte de la descarga de ira de algunas figuras visitantes.
“Esa jugada fue penal, desde aquí estoy viendo que hay un jalonazo. Nosotros aceptamos cuando nos pitaron un penal y me parece que Herediano debe aceptar estas cosas”, recalcó el guardameta morado.
En medio de los reclamos, el técnico del Herediano, Hernán Medford, expresó su malestar.
“Esto es increíble, mejor que le den el trofeo de una vez (al Saprissa)”, vociferó.
El zaguero Allan Miranda considera que el árbitro se desconcentró un poco.
“Fue un partido intenso, y los árbitros deben preparase para estos juegos”, agregó.