El guardameta rojinegro Patrick Pemberton asegura que cambió. Con gesto serio y mirada atenta, el arquero erizo afirma que mejoró.
El punto de inflexión fue un clásico en el Ricardo Saprissa , en el cual se llevó tres goles, una medalla de segundo lugar y muchos cuestionamientos externos.
Fue una de esas noches en las que nada sale como lo imaginado y al final lo único que queda es pedirse explicaciones a uno mismo.
Fue en el segundo juego de la final del torneo de Invierno 2008.
“Habíamos ganado 2-0 y todos saben qué pasó después”, recordó a medias, quizás sin querer revivir con exactitud los detalles, tantas veces repasados en su cabeza.
En aquella ocasión, los erizos se acababan de quitar una racha de 20 partidos de no vencer a su archirrival y ya saboreaban un título que en los cuatro torneos previos quedó en la acera de enfrente.
Con un equipo lleno de jóvenes, los erizos lucharon a punta de motivación y ganas, dejando el cetro al alcance de sus manos.
La mesa estaba servida para el regreso a la cima de los manudos.
No obstante, todo se derrumbó tras un par de acciones en las que Pemberton y su defensa pecaron.
“Fue una gran enseñanza para mi carrera. Lo que viví esa noche me enseñó bastante para que algo así no me volviera a suceder”, dijo el portero esta semana, a las puertas de enfrentar un nuevo clásico en la Cueva.
Goles. Primero, el arquero titubeó en un gol del ahora compañero Alejandro Alpízar, pues dudó para cortar un centro, quedando mal ubicado para el remate final, al 12'.
Segundo, falta de comunicación e indecisión entre él y el exmanudo Cristian Montero le permitieron a Armando Alonso robarse un balón en el área pequeña y anotar, al 13'.
Tercero, se quedó bajo los tres palos y fue sorprendido por un cabezazo de Jairo Arrieta, al 84’.
Fueron tres goles que se clavaron como dagas en su cabaña, desvaneciendo un soñado éxito.
“Después de ese día aparecería un nuevo Patrick Pemberton. Me convertí en un portero con mucho más fortaleza”, expresó.
“Entendí todos los errores que cometí y ahora sé cómo no cometerlos en instancias finales”, dijo el guardavallas fiel a su estilo, serio y de mirada atenta.
Ahora, Pemberton es el titular expreso del equipo que dirige Óscar Machillo Ramírez.
Ha jugado un papel importante en los últimos dos campeonatos, en los cuales la Liga logró levantar el cetro: Invierno 2010 (fue el portero menos batido) y Verano 2011.
Este Invierno 2011, el arquero de 29 años actuó en 17 compromisos (no jugó tres por rotación del equipo y una lesión en su cuello) y recibió 18 anotaciones.