Nueva Jersey, Estados Unidos
Al seleccionador nacional, Óscar Ramírez, se le caracteriza por hacer un estudio minucioso del rival, tener una buena lectura de partidos, mantener el balón en su posesión, manejar una presión intensa en el medio campo y defensa, así como desarrollar un arduo trabajo defensivo.
Sus equipos tiene claro cómo sufrir para no verse vulnerables. Sabe cómo utilizar a jugadores de experiencia en partidos "bravo", precisamente como los de este viernes en Estados Unidos, a las 4:55 p. m., y el del próximo martes contra México, a las 8 p. m. en el Estadio Nacional.
El Macho deberá mostrar su mejor versión en el banquillo ante la prueba más difícil que se le avecina desde que debutó como jefe del banquillo patrio, el pasado 5 de setiembre del 2015 (derrota 1-0 ante Brasil).
Si hay algo de lo que Ramírez puede jactarse es de su trabajo defensivo, que va a estar a prueba como nunca antes lo había estado. Los contrincantes tienen podería de sobra para ponerlo a sudar de más desde la línea de cal.
Lea: Empate en Estados Unidos protege subliderato de la Sele
Por ejemplo, la media cancha de los estadounidenses está comandada por Michael Bradley, Darlington Nagbe y Christian Pulisic; así como los delanteros Jozy Altidore y Clint Dempsey.
En el último compromiso disputado en la Copa Oro, en el que la Nacional cayó 2-0, Altidore y Dempsey fueron las figuras y en varias ocasiones hicieron tambalear la retaguardia.
Por su parte, los aztecan vienen a suelo nacional con figuras como Andrés Guardado, Javier Chicharito Hernández, Carlos Vela, Hirving Lozano y Raúl Jiménez.
Lea: Estados Unidos pasa de dos a cinco atacantes en una sola jugada
Jugadores como Guardado y Chicharito se han convertido en verdugos de la Mayor, mientras que un extremo como Lozano será una dura prueba para cualquier carrilero, sea Cristian Gamboa o Bryan Oviedo, pues el atacante puede jugar por ambos costados.
El Macho fue claro en el vestuario: quiere los seis puntos en esta doble fecha FIFA para encarrilar la clasificación a una nueva cita mundialista para el país, que se obtiene con 17 puntos sin depender de otros resultados; la Sele suma 11 unidades.
Lea: Mario Kempes considera que Costa Rica no pasa por un buen momento
El discurso del entrenador fue digerido por el vestuario; los futbolistas afirman abiertamente que para ir al Mundial hay que tumbar a los grandes del área.
"Ganar estos puntos nos ponen ahí (en el Mundial), a mí me gustaría ir a buscar los tres puntos en Estados Unidos. El cuerpo técnico lo pone así y nosotros vamos a poner todo de nuestra parte", expresó Yeltsin Tejeda.
Criterio similar compartió el lateral izquierdo Bryan Oviedo, quien es del pensar que hay que hincar a los dirigidos por Bruce Arena y Juan Carlos Osorio para no "tener la presión de tener que clasificar en los últimos juegos".
También Celso Borges es del criterio que el escenario ideal son los seis puntos "para terminar esto del boleto lo antes posible".