Ni su aporte en defensa y tampoco su certero cabezazo que terminó en gol fueron suficientes para que el Espanyol de Óscar Duarte saliera del bache en el que se encuentran y pudieran respirar con más calma.
Duarte finalmente saltó como estelar con los catalanes, tras tres juegos en el fútbol español, y aunque respondió con creces al abombar las redes en el minuto 52, para poner a ganar a su equipo, los periquitos no resistieron la presión del Valencia y terminaron cayendo 2 a 1 en su visita a Mestalla.
Un verdadero balde de agua fría para Duarte y sus compañeros, quienes sumaron su octavo juego consecutivo sin ganar en la Liga, luego de seis derrotas y dos empates, y agravaron el descalabro que los dejó a solo un punto de la zona del descenso, en la posición 17, a la espera de lo que pase hoy con las Palmas, un punto abajo, y con el Granada, con dos unidades menos.
El costarricense dejó atrás la amargura del debut contra el Real Madrid en la que marcó un autogol y aunque esta vez celebró, al final salió cabizbajo.
“Es una derrota muy dura, pero estoy seguro de que este equipo se va a levantar y va a salir adelante. Estamos a muerte, tanto los jugadores como el cuerpo técnico”, dijo el defensor en su cuenta oficial de Twitter y al canal oficial de la Liga de España.
Óscar lamentó los constantes fallos en la definición de sus compañeros, pero no tira la toalla.
“ No tenemos la suerte que necesitamos, pero no podemos quedarnos aquí. Hay que seguir luchando hasta el final”, concluyó.
Por otra parte, el volante Celso Borges volvió a una convocatoria del Deportivo, tras superar la fractura en el quinto metatarsiano del pie izquierdo que sufrió el pasado 13 de noviembre con la Sele ante Haití, y aunque no tuvo acción, observó desde el banquillo la igualdad de su equipo 2 a 2 contra el Betis.