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Su hoja de ruta la llevó a este deporte en funciones administrativas y hoy, luego de ocho años de estar involucrada con la FIFA, le llegan designaciones en altos cargos dentro de la entidad rectora del balompié en el planeta.
Camacho fue nombrada en la Comisión de Futbol Femenino de la FIFA y coordinadora del Mundial de mujeres Sub-20 Japón 2012.
Además, ella es la directora del Mundial femenino Sub-17, que se realizará en el país en el 2014.
“Es un honor. Es un mes de trabajo (en Japón), en el que se adquieren experiencias, contactos y eso va a facilitar el trabajo y la logística”, comentó Camacho ayer, en una entrevista realizada en el Proyecto Gol.
Atendió a este medio al “robarle” unos minutos a una reunión relacionada con la Copa del 2014, que sostenía con dirigentes de Jacó.
“Ser coordinadora es representar a la FIFA, ir al país anfitrión, vigilar que la logística y que todas las disposiciones de la FIFA se cumplan”, añadió Camacho.
Luego, llamada por la FIFA y gracias al trabajo realizado en la Fedefútbol, reconoce, se involucró con los torneos olímpicos en la categoría femenina de Atenas 2004 y Pekín 2008.
“Con la tendencia de crecimiento y profesionalización del futbol femenino, pues, han necesitado de mujeres que se encarguen de los asuntos de mujeres”, explicó.
Hija de la educación pública costarricense, con una maestría en Administración Deportiva, en la Universidad de Brigham Young, y un doctorado en Quiropráctica de Life University, no se declara abrumada por la responsabilidad de los cargos que le esperan..., si abrumarse significase temor.
“Es que todo está interrelacionado”, reflexionó.
“Puede ser un poco abrumador; pero no en el sentido de imposible. En realidad, me siento como mi papá –él es campesino– que a todo lugar que va recoge semillas y anda sembrando por todo lado: me siento como una campesina tratando de sembrar semillas”.
Yolanda Camacho solo quería ser profesora de Educación Física y, en algún momento, doctorado en mano, pensó en llegar a ser la quiropráctica de la Selección. No fue ni una ni otra, pero mal no le fue.
“Estuve en el lugar adecuado en el momento adecuado”, apuntó Camacho.
