“Cuentan que Morera nació con una pelota en los pies y que la fiebre del fútbol lo atacó en la misma cuna”, publicó ayer el diario español Sport.es al reseñar las andanzas del delantero costarricense Alejandro Morera Soto.
Entre 1933 y 1936, el tico batió cuanta valla tuvo enfrente mientras defendía la camiseta del FC Barcelona . El rotativo le dedicó un extenso artículo que se basó en el libro del periodista Guillermo Villegas Hoffmeister “Alejandro Morera: el Mago y el Hombre”.
El Mago del balón –como se conoce– también es el protagonista, esta semana, del primer libro Legionarios, una serie coleccionable de La Nación que explora la huella de los embajadores del futbol tico entre 1899 y el presente.
Cada libro tiene un costo de ¢1.500 (sale uno por semana) y estará disponible a partir de mañana en las sucursales de Grupo Nación, puestos de pregón, Walmart, MásXMenos, Maxi Palí y Compre bien (San Carlos).
Trivias con premios en el Facebook de Puro Deporte ( La Nación ), así como un sitio interactivo en Internet (visible a partir de mañana) celebran al deporte mimado de los costarricenses: el futbol.
Cada semana, La Nación liberará nuevos videos en alta definición, así como galerías con fotos históricas, algunas desconocidas.
El destino de Alejandro Morera –el de los pies diminutos, pues calzaba 35– parecía ser el Español de Barcelona. “En Barcelona fui recibido por directivos del Español, que me invitaron a residir en el chalet instalado en el propio campo de Sarriá. Pero pasaron los días y por lo visto mi baja estatura no convencía a los técnicos blanquiazules”, contó a As de Madrid el tico, reseña el primero tomo de Legionarios.
El Barça fue más decidido. Ofreció a Morera 200.000 pesetas (unos ¢20.000) y eso lo convirtió en el jugador mejor pagado de España durante la temporada de 1933.
El Mago les correspondió con goles: 68 entre la Liga (13), la Copa de España (5), el Campeonato de Cataluña (11) y amistosos (39).
Morera no ha sido el único tico que jugó con el Barcelona. Otro legionario lo hizo antes que él, en 1899. Descubra su nombre y hasta su fotografía en el primer libro de Legionarios.