Noche de mucho amor y fútbol entretenido en el Nacional. Cartaginés llegó mejor y se dejó el primer lugar, mientras que Alajuelense recordó el temple que lo llevó a ser el vigente campeón.
El Team enseñó la misma solidez del Invierno y Saprissa jugó bonito, nunca dudó en enseñar una media rápida y de toque fino.
El pronóstico: un campeonato muy disputado. La esperanza: que se mantenga el fútbol ofensivo y atractivo de anoche.
En el primer partido Cartaginés y la S mostraron tener un tesoro de juventud en sus filas.
Gabriel Leiva y Dylan Flores fueron los que más suspiros le sacaron a los aficionados, con el extra de que el brumoso pegó un zurdazo para marcar el gran gol del triunfo, al minuto 12.
Si no hubo más goles en un juego dinámico y atractivo fue porque tanto el azul Randall Chiqui Brenes como los artilleros morados Josué Martínez y Daniel Colindres andaban con la pólvora mojada.
En la repetición de la final Alajuelense y Herediano alcanzaron 240 minutos sin romper la red.
Solo que esta ves no fue por falta de buscar goles: Mambo Núñez perdonó una clarísima, al 12’, y al Matador Alpízar se le negó la definición del encuentro cuando Leo Moreira hizo un paradón, al 30’.
Juego de ida y vuelta, muy distinto al cierre del Invierno pero con el mismo resultado. Ganó la Liga en los shoot outs , con la diferencia de que esta vez Oviedo no fue infalible y se requirió que Myrie botará el suyo para establecer el triunfo erizo.
El tercer juego tuvo dos caras: un Cartaginés motivado y un Herediano ya apático. Por lógica el mejor conjunto fue el azul, que se cansó de llegar con peligro.
Eric Scott perdonó dos seguidas, al 12’, pero a la segunda oportunidad Pablo Herrera anotó en el contrarremate. Al inicio de la segunda parte el mismo Herrera bajó un pase largo y marcó un golazo.
Un 2-0 que pudo ser más pero igual sirvió para que los brumosos ganaran los 90 Minutos.
Saprissa y Alajuelense se enfrentaron sin posibilidad de ganar la cuadrangular pero con el orgullo que siempre impone un clásico.
No hubo mucha acción en las porterías y fue hasta al final, con un dudoso penal de Ariel Soto, que Deyver Vega rompió la paridad.