El fusil de Díaz que acabó en avionetazo
Enrique Díaz tenía una máxima dentro del campo: sí le quedaba la opción de rematar lo hacía sin pensarlo dos veces, aunque la pelota acabara... en la gradería.
En 1995, en un duelo frente a Herediano, sacó un potente disparo desde una distancia de 45 metros, y la pelota se metió en el ángulo del arquero Juan Carlos Alfaro.
"Ese fue mi último gol con la camiseta de Saprissa y por tanto es muy especial. Celebré como a mí me gustaba: girando con las manos abiertas, como una avioneta. Todavía la gente me lo recuerda en la calle", señaló el Zancudo, quien afirma que de vez en cuando lo revive en Youtube.
Según Díaz, en aquel duelo la S ganaba 3-0 pero se durmió y el Team emparejó el marcador.
"Si el árbitro hubiera dado unos minutos más, era muy probable que nos ganaran, por suerte no fue así", indicó.
El exlateral, que jugó para Herediano antes de llegar a Saprissa (1980-1983), recordó también cómo una vez un gol suyo le provocó una situación curiosa en el mercado florense.
"Cuando pasé a jugar con Saprissa (1984) vivía en Heredia; un día después de un partido contra ellos fui a comprar una verduras para hacerme una sopa de mondongo, pero nadie me quería vender, me trataron de judas y fariseo, tuve que salir corriendo del mercado porque para ellos fue una traición que les anotara", dijo el zurdo, hoy dedicado a una escuela de fútbol en Calle Blancos.
Robert Arias terminó en el camerino saprissista
Mencionarle los juegos contra Saprissa es motivo de recuerdos gratos para el excapitán florense Robert Arias.
"Es que por lo general me iba bien contra ellos y más en Tibás", dice Arias, quien mencionó un par de anécdotas contra los morados.
"Una vez se armó una trifulca en el campo, yo llegué a separar y Max Sánchez, que estaba en Saprissa, hizo lo mismo pero el árbitro creyó que estábamos peleando y nos expulsó. Como en aquel tiempo solo había un televisor en el camerino de Saprissa, terminé viendo el resto del partido ahí, con Max Sánchez a la par", dijo.
"Aquel partido lo ganamos 1-2 y fue una gran alegría porque ganar en Tibás es un sensación especial", añadió.
Arias señaló que los insultos de la afición morada le servían de inyección y una vez apagó de golpe la ilusión local.
"Había una gran euforia porque Saprissa tenía de entrenador a Badú Vieira, al estadio no le cabía un alma, yo me fui al ataque y marqué de cabeza. Ganamos y silencié el Ricardo Saprissa", contó.
Mincho y su levantín a Kenneth Paniagua
Sangre caliente y pierna fuerte, sellos indiscutibles de Benjamín Mincho Mayorga en su época de jugador profesional.
Mayorga no tiene la cuenta de la cantidad de veces que se midió a Herediano en su ciclo de morado (1984-1996) pero sí conserva en su mente la dureza de esos partidos.
“Yo fui un hombre leal en la disputa del balón, pero si tenía que entrar duro lo hacía. Una vez me barrí muy fuerte sobre Kenneth Paniagua y este me reclamó de inmediato: ‘¡Diay Mincho, me querés quebrar, qué te pasa’!, me dijo”.
“Me dio mucha pena y le ofrecí disculpas en la cancha, es que Kenneth era un artista con el balón y con patadas así yo me estaba paseando en el espectáculo”, relató.
El Indio, quien tiene una empresa de confección de uniformes, recordó que no era un jugador de muchos goles, pero al Herediano sí le marcó.
“Mis compas siempre me decían que no le anotaba a nadie, pero rompí eso con Heredia, después me dijeron que era un guabero y no me daban crédito. Fue un vacilón”.
De las palabras a los puñetazos
El exdelantero herediano Jewisson Bennett tiene grabadas un par de escenas de tensión contra los morados.
En la temporada 2003-04 su carácter explosivo, mezclado con acciones de sus rivales, propiciaron broncas.
"Una vez Paté Centeno me lanzó un codazo sin bola (...), es que él cuando cubría la pelota siempre ponía los codos, y le respondí con un puñetazo, obviamente no la podía dejar pasar porque en aquel momento ni se disculpó. No podía irme del partido sin devolverle la cortesía", dijo sincero.
"El día siguiente nos vimos en la Selección y no pasó nada", expresó el exartillero.
Bennett contó también un pleito que involucró al exsaprissista Douglas Sequeira en el viejo Estadio Nacional.
"Douglas me dijo algo en la cancha, yo quedé caliente y apenas terminó el partido corrí hacia el camerino a buscarlo, nos dijimos de todo y hasta golpes hubo. Durante la semana nos dijimos de todo en la prensa, hasta de lo que nos íbamos a morir. Hoy si nos vemos, nos saludamos como amigos pero hubo meses en los que no nos podíamos ni ver", manifestó.
"Siempre fui de carácter fuerte y la misma efervescencia de los juegos me mantenían alerta. Nunca me gustaba perder y daba todo para ganar ese tipo de partidos", justificó.
A criterio de Jewisson, los juegos entre rojiamarillos y morados siempre son calientes.
"Cada quien defiende a su equipo, más cuando hay tanto en juego como ahora. Cualquiera que pierda el partido tendrá menos posibilidades", subrayó.
Bennett dice que Saprissa llega con el orgullo golpeado por la paliza recibida en Limón (5-1) y Herediano ya dejó ir dos puntos frente a Santos.
"Es un partido difícil, siento que Heredia tiene un gran equipo y puede ganar 2-1".
Jewisson se desempeña actualmente como entrenador de la categoría U 15 del Team.