San Isidro de El General. De nuevo, Jonathan McDonald logró dar tranquilidad a la Liga al anotar, esta vez, el empate agónico ante Pérez Zeledón, lo que lo convierte en un hombre–gol clave, ya sea como titular o como variante.
Cuando el partido estaba en una etapa complicada para los manudos en el Valle del General, ingresó el ariete para llevar el caudal ofensivo y asociarse con Leandro Barrios, situación que se premió con el tanto en el último minuto de juego.
El resultado pone a Alajuelense con ventaja para el partido de vuelta y, de paso, le permite seguir con la racha de no perder como visitante en sus últimas cuatro salidas del Morera Soto.
“En el momento que llegó, el gol fue un golpe sicológico en contra para ellos (Pérez Zeledón). Por ahí observé cabezas bajas. Pero sabemos que ellos son luchadores y que irán con todo el fin de semana a nuestra casa”, explicó McDonald.
El delantero, salvador de los manudos, enfatizó en que la Liga tiene que demostrar, en cualquier cancha, que quiere el bicampeonato, situación que evidenció la insistencia de ayer en Pérez Zeledón.
“Agradezco la confianza de mis compañeros y del cuerpo técnico. El gol se lo dedico a Leandrinho que es mi pareja ideal en el ataque”, concluyó McDonald.
Para el estratega de los erizos, Oscar Ramírez, todos los jugadores que ingresen como variante tienen que hacer diferencia, aspecto que le está cumpliendo bien Jonathan McDonald.
“El paso que dimos en Pérez con el empate es importante, pero faltan 90 minutos en nuestra casa, donde tenemos que ser ofensivos si queremos pasar la serie ante un equipo generaleño que siempre lucha hasta el final”, agregó el timonel manudo Macho Ramírez.
Para el juego de vuelta, el plantel alajuelense espera que su afición le acompañe en su estadio.