El jugador de Puntarenas FC Marco Barrantes vio la muerte muy cerca el sábado anterior, cuando un desconocido tocó la puerta de su casa antes de propinarle tres puñaladas; una cerca de la costilla, otra debajo de la costilla y la más profunda en el brazo, cerca del tríceps.
Barrantes estuvo a punto de desmayarse debido a la pérdida de sangre, pero fue estabilizado en el hospital Monseñor Sanabria de Puntarenas, donde estuvo internado cuatro días.
Según el lateral izquierdo, quien en el 2015 militó con Carmelita en la Primera División, lo que hizo en el trayecto de su casa al centro de salud fue orar para pedirle a Dios que lo dejara vivir, ya que vio la muerte como una posibilidad.
"Yo escuchaba a los doctores decir que era un milagro que no me diera un preinfarto. Yo solo oraba y le pedía a Dios que me librara de la muerte", contó el futbolista.
El carrilero porteño asegura que el dolor que siente es insoportable, especialmente por la herida en el brazo, la más profunda de las tres.
"Los doctores estaban muy impresionados porque las heridas son muy profundas, la del brazo derecho me cruzó de lado a lado, por dicha no tocó tendones, solo músculo", agregó Barrantes.
El dolor tiene intranquilo al joven de 22 años, al punto que asegura que en la noche el malestar lo hace despertarse en varias ocasiones.
"Han sido las peores noches de mi vida, muchos sueños atrasados, las heridas me han molestado demasiado, especialmente la del brazo. En las madrugadas me levanto mucho, ahora (jueves) me acosté un rato para recostar el brazo y no aguanto el dolor; tengo una inquietud muy grande", agregó el lateral.
Barrantes tiene un mes de incapacidad y en los próximos días volverá a su tierra natal, Pérez Zeledón, a continuar con su recuperación al lado de su familia.
"La verdad es que lo que me pasa en la cabeza es estar con mi familia, que mi mamá me sane las heridas. Necesito alguien que esté conmigo las 24 horas porque ahorita no me puedo hacer las cosas personales solo", añadió el futbolista naranja.
El jugador tiene contrato hasta junio del 2017. Asegura que lo cumplirá, pero que por ahora desea dejar el fútbol de lado.
"Toda mi familia quiere que me vaya para Pérez, que no busque más el peligro acá (Puntarenas). Allá los tengo a ellos y a mi hijo de de dos años. Me ha pasado por la cabeza, por lo menos por este torneo, no jugar más y esperar a ver qué pasa. La decisión antes de salir del hospital era irme muy lejos de donde yo estaba viviendo", agregó Barrantes.
No obstante, el lateral izquierdo quiere agradecer el respaldo del club y además desea jugar con el Puerto en la fase final del Torneo de Apertura, a la que los naranjas pueden sellar el boleto este fin de semana.
"Estoy motivado para salir adelante. Los compañeros, el entrenador y la presidenta me han apoyado. El equipo va a clasificar y cuentan conmigo para las instancias finales, esperan que esté con el equipo aportando. Es difícil la situación porque si tomo la decisión de irme me perdería esos bonitos momentos", finalizó Barrantes.