Si usted le quiere poner un trabajo difícil a un periodista deportivo, pídale una entrevista con el entrenador de Saprissa, Luis Chiqui García. Ruda misión.El Chiqui es reservado; habla muy poco, no le gusta criticar a sus jugadores, y además, es muy astuto para esquivar las preguntas comprometedoras. En resumen, es poco polémico.
El colombiano acepta eso. "Mire, yo tengo 25 años de andar en esto del futbol, y he aprendido que lo mejor es ser reservado. El que mucho habla, mucho yerra". Esta frase refleja su personalidad.
"Usted de mí nunca va a escuchar una crítica contra mis jugadores porque un equipo es como una familia. Es difícil que yo critique a un futbolista, y mucho menos públicamente. Lo más que puedo hacer es hablar con él privadamente.
"Cuando yo fui jugador (en Colombia) me dolió mucho que el entrenador me criticara en los medios deportivos. Ningún ser humano está en capacidad de soportar que lo recriminen públicamente."
El técnico se califica como una persona realista y, por eso, está satisfecho con la labor del Saprissa en este Campeonato, en el que se mantienen invictos al cabo de diez jornadas.
"El equipo respondió como yo lo esperaba; es maduro, profesional."
--Y, ¿cuándo va a dar buen espectáculo? --le recrimino.
--Eso es lo que ha hecho --responde--, pero el problema es que aquí la gente no se conforma. Si quieren que hagamos cinco "caños' y cuatro "bicicletas' en cada partido, están equivocados. Eso usted lo puede ver en un partido como el que jugaron el otro día América y Europa, pero no en un campeonato competitivo. Colombia una vez quiso jugar bonito y fue la primera selección eliminada en el Mundial. Nosotros no queremos eso. A mí me importa jugar bien.
--Y para usted, ¿qué es jugar bien? --le insisto.
--Es esto lo que estamos haciendo. Es ganar; es estar primeros e invictos; es tener una de las delanteras más goleadoras y tener al portero menos vencido. Es tener equilibrio.
¿O es que, además de eso quieren que juguemos bonito?
Eso no existe en el futbol, ni el Ajax (de Holanda) lo hace. A veces la gente pide imposibles. Yo soy racional. Soy realista y sé hasta dónde se puede.
--¿Qué es lo que usted quiere, entonces?
--Ser campeón. Lo que quiero es ser campeón. Vamos a ver si me dejan --los rivales, aclara luego--. Yo siempre quiero ser primero y voy a luchar por eso. Me considero una persona triunfadora.