San Rafael de Alajuela. Haber empatado 2-2 en casa ante El Salvador, el 8 de julio, obliga a la Selección Nacional a “jugarse la vida” el viernes frente a México.
Así lo estimó ayer Luis Antonio Marín, asistente del técnico de la Tricolor, quien considera que esta igualada le produjo a la Selección un déficit de dos puntos que no debió darse.
“Esto nos obliga a ganarle a los aztecas. Será un partido en el que no debemos guardarnos nada”.
Añadió que para ir bien en una eliminatoria mundialista, “hay que ganar en casa, sumar de tres, para que el abanico de posibilidades sea amplia para clasificar”.
Es por ello que Marín indicó que la Tricolor no se guardará nada frente a México, más allá de que varios jugadores ticos tienen tarjeta amarilla y otra más les impedirá jugar en el Coloso de Santa Úrsula.
Sin razones. El volante Cristian Bolaños, jugador del Copenague de Dinamarca, no quiso ayer referirse al castigo de 10 meses que le fue impuesto en febrero anterior por la Fedefut y el cual fue conmutado para el partido ante México.
Pese a la insistencia de los comunicadores, el jugador afirmó que este tema pertenece al pasado y que no lo abordará con la prensa.
“Vengo a la Selección a cumplir, a sumar. De lo demás no voy a hablar; pertenece al pasado”, afirmó.
La Tricolor se completó ayer con la llegada de los últimos cinco legionarios al país. Arribaron desde Europa Celso Borges ( AIK sueco), Michael Barrantes (Aalesunds noruego), Bryan Oviedo (Everton inglés), Keilor Navas(Levante español) y Bolaños.
En la practica no participó el capitán Bryan Ruiz por una lesión en la rodilla izquierda. Hoy se sabrá si el jugador el Fulham inglés podrá jugar el viernes.
Joel Campbell, delantero del Betis español, recibió permiso para salir antes de la finalización de la práctica debido a una pequeña molestia que Marín calificó de leve.
Desde ayer el equipo se concentra en la hotel La Condesa para habituarse a la altura de México.