La Liga sacó triple rédito deportivo del clásico: subió al segundo lugar –importante por la ventaja deportiva en la siguiente ronda–; probó, con buena calificación, un nuevo sistema de juego; y le dio un duro golpe al archirrival.
Entre sus secretos y expresiones, Óscar Ramírez viene hace semanas anunciando un plan sorpresa para enfrentar las semifinales del Torneo de Invierno.
Ayer se vio la primera pincelada del nuevo sistema que usaría Alajuelense y pasó la prueba.
Ante Saprissa, Machillo salió con un 4-3-3 que no había utilizado en todo el semestre. Ni la línea de tres, ni el 4-4-2 que venía ensayando de a poco.
Pero Óscar, un hombre que difícilmente se muestra satisfecho al hablar de fútbol, busca más.
“Yo quiero ver más, quiero exigir más a los jugadores, porque en esto... Yo sé que Rónald (González) nos ha dado un seguimiento a nosotros y eso me hace pensar que debo pensar en más para tener una variable, tener algo.
“Hoy, por lo menos, lo puse a pensar si iba a abrir con línea de cinco o línea de cuatro, y es un algo que me da para yo planificar cosas mías”, comentó Ramírez.
Además, el estratega rescató el papel de futbolistas que no fueron precisamente protagonistas en lo que va de la temporada y que ayer se lucieron en posiciones que no eran habituales en ellos.
Johan Venegas, Armando Alonso, Allen Guevara... Ayer Machillo se sacó más de un as de la manga.
Así pinta el plan erizo para las semifinales, un esquema mucho más ofensivo y diseñado para proponer y buscar los partidos.