La derrota del miércoles anterior contra Alajuelense varió la metodología de trabajo del cuerpo técnico de Limón F. C.
A principio de semana hubo total acceso para los medios de comunicación; ayer, todo cambió
El técnico Luis Fallas decidió brindar un espacio en el calentamiento para tomas de televisión y fotografías, pero luego tomó el estadio Juan Gobán como su fortaleza para preparar la el juego de mañana en el Morera Soto.
De esta manera intenta esconder algún tipo de sorpresa que logre concluir en hazaña para los caribeños ante los manudos.
Eso sí, la alta dosis de convencimiento de poder hacer historia no la ocultaron en ningún momento.
Así es como los caribeños afinaron su estrategia para enfrentar a Alajuelense mañana.
Los caribeños son conscientes de que tienen todo cuesta arriba: van perdiendo en el marcador global 1-0, no llevan la ventaja deportiva y cierran como visitantes.
Eso no los amilana; por el contrario, saben que tienen mucho que ganar y poco que perder.
Así las cosas, es poco el tiempo de reacción luego de la derrota del miércoles.
Sin embargo, ese poco espacio fue bien aprovechado por el cuerpo técnico para trabajar a su plantel.
Muy de la mano van esos trabajos tácticos juntos con los mentales, esa motivación y buena actitud que tanto desea Fallas y que tanto extrañó el miércoles pasado.
Ayer la agenda de los limonenses consistió en ver vídeos de su rival de turno, la Liga.
Allí estudiaron a fondo la mayoría de movimientos de los manudos, vieron sus fortalezas como local y también sus debilidades.
Posteriormente entrenaron en horas de la tarde.
Como es lógico cuando se va perdiendo una serie, Limón FC añora un gol tempranero, para fomentar el sueño de llegar a su segunda final nacional.